La selección española vio estropearse un debut perfecto en el minuto 88 ante Portugal, cuando Cristiano Ronaldo culminó su triplete de falta directa para el 3-3 definitivo. Un duro estreno en el Mundial de Rusia que tuvo en su mano España, con la reacción a los problemas que plantearon los lusos y la tempestad del cambio en el banquillo 48 horas antes el partido.

España, que se medirá contra Irán el día 20 y el 25 con Marruecos, tropezó en medio del paso de gigante, cuando Piqué cometió falta sobre el delantero portugués al borde de la celebración española. El 7 no perdonó con un golazo, como vino haciendo durante una noche inspirada que comenzó con un penalti a los tres minutos y otro gol en un grave error De Gea antes del descanso (2-1).

España se vino arriba para buscar la remontada hasta en dos ocasiones, en el primer gran partido del torneo, para verse en las portadas de todo el mundo, las mismas que había sacudido con la destitución de su seleccionador Julen Lopetegui por su negociación con el Real Madrid. Al final, fue Cristiano quien se llevó el titular, de un estreno exigente pero que dejó a las claras que España tiene el hambre (y la cabeza) que se le presuponía.

Nunca un primer partido fue tan importante. Siempre se habla de la dosis de moral y fuerza casi vital para ser campeón que da ganar el debut, con la gloriosa excepción de la España campeona del mundo. Pero si el estreno viene tras un terremoto, se convierte en aire para respirar. La prueba de fuego quemó los pies a los de Hierro, cuando a los cuatro minutos de Mundial Cristiano hizo el 1-0.

El delantero portugués hizo caer en la trampa a su compañero Nacho y aprovechó el leve contacto para tirrase en el interior del área. La ansiedad se multiplicó en la roja y complicó más si cabe la entrada en el partido. España se apoyó en Costa, que bajó a recibir siempre que pudo, pero la zozobra permitió dos claras contras a los lusos que no aprovecharon.

La clave, una vez más, fue la de hacerse fuerte con el balón, aunque mientras Iniesta e Isco aún ponían los mimbres, fue Costa quien se fabricó contra toda la defensa rival el valioso 1-1 en el minuto 24. Un patadón de Busquets que se lo quedó el atlético, luchó con Pepe al límite y guardó hasta que encontró el momento de batir a Rui Patricio .

El gol dio la razón a los intentos de Iniesta e Isco, con el madridista estrellando el balón al larguero. España disfrutó por fin durante 20 minutos, pero se fue a vestuarios antes de tiempo, permitiendo una nueva llegada lusa, después de mucho, que aprovechó Cristiano. Un disparo a priori inocente que no supo atajar De Gea rodilla en suelo.

De nuevo volvió la zozobra y sin duda las malas pasadas de la mente, pero España encontró los goles y Costa, acudió de nuevo al rescate para empatar. La triple campeona de Europa aprovechó la euforia, para en tres minutos dar la vuelta al partido con un latigazo

A los portugueses, Cristiano el primero, les cambió la cara. España desquició a su vecino peninsular, con Isco a los mandos. Costa tuvo el triplete antes de dejar su sitio a Aspas, pero fue Cristiano quien se llevó el balón a casa, con una falta al borde del área.