"El hombre más orgulloso del Mundo", como él mismo se definió, es español y tiene razones para sentirse así. El entrenador Roberto Martínez Montoliu (Balaguer, Lleida, 13 de julio de 1973) ha colocado a Bélgica, la revelación del Mundial, en las semifinales del campeonato, mandando a casa a la pentacampeona Brasil. Es el seleccionador más joven entre todos los que han llegado a Rusia (cumplirá 45 años el próximo viernes) y también el único en banquillo extranjero que ha logrado pasar de octavos, pero sobre todo, es un hombre orgulloso de sus jugadores, entre los que hay nombres como Courtois, Dembéle o Lukaku. "Soy consciente de que tenemos un grupo de jugadores que se merecen el oro, porque en el fútbol creer que puedes ganar a Brasil es todo", sentenció tras ganar a la canarinha.

Bob Martínez, como le conocen en el fútbol del Reino Unido donde había desarrollado la mayor parte de su carrera como jugador y técnico hasta su actual cargo, no comenzó con buen pie su andadura como seleccionador. Sustituyó a Marc Wilmots al frente de Bélgica en agosto de 2016 y debutó precisamente ante España, con una derrota que le puso en entre dicho. Tuvo que aguantar hasta pitos y abucheos por parte de la afición belga en aquel choque, que terminó con 0-2 para los españoles.

Desde entonces, poca queja pueden tener esos aficionados, porque no hay más máculas en su trayectoria como seleccionador. Desde aquella derrota Bélgica acumula 19 victorias y cinco empates entre los amistosos, la clasificación y lo que va de Mundial. Y vaya Mundial que lleva: pleno de victorias en la primera fase y el martes buscará ya el pase a la final ante Francia.

Diez años de experiencia en los banquillos de Reino Unido le han dado el aval para convertirse en seleccionador belga. El Swansea galés le dio su primera oportunidad como técnico, más bien como entrenador-jugador unos meses. En su primera temporada completa al frente del banquillo del equipo galés, se proclamó campeón de la League One (la tercera liga inglesa) y, luego, el buen papel que hizo el equipo en la segunda categoría (Fa Cup), llamo la atención sobre el entrenador que en la temporada 2009-2010 debutaba en la Premier con el Wigan inglés. Con el Everton, el equipo que dirigió antes de convertirse en seleccionador, tuvo la oportunidad de vivir una Europa League, en la 2014-2015.

Difícilmente el chaval de 20 años que jugó un partido en Primera División con el Zaragoza, cuando militaba en el filial, podría pensar que iba a acabar dirigiendo a los belgas en un Mundial. Había crecido en el club de su localidad natal, el Balaguer, y a él volvió otra temporada tras su paso por el conjunto maño. Fue entonces cuando marchó a fraguarse su carrera como futbolista a Inglaterra, precisamente en el Wigan, donde pasó seis temporadas entre la Third Division y la Division Two, equivalentes a Tercera y Segunda B españolas. El Motherwell escocés, el Wasall inglés y el Swansea y el Chester galeses fueron sus otros dos equipos antes de colgar las botas.

Al final, se está demostrando que dónde más cómodo se encuentra es del otro lado, el de los entrenadores. Eso sí, siempre piensa en los jugadores: "Nunca he perdido un partido en la pizarra. Lo bonito es la ejecución del planteamiento y en un Mundial tienes dos días para preparar el encuentro, lo importante es que los jugadores crean en lo que hacen. Creyeron que podíamos ganar y todo salió bien", explicó tras la victoria ante Brasil

Ahora, Roberto Martínez está reescribiendo la historia del fútbol belga y está en disposición de añadir un nuevo capítulo a la de los entrenadores extranjeros en la Copa del Mundo, en la que tan solo dos han conseguido alcanzar la final, pero ninguno ha logrado el título.

De hecho, en la Copa del Mundo ningún técnico extranjero había llegado tan lejos como Martínez con Bélgica desde que el brasileño Luiz Felipe Scolari metió a Portugal en semifinales en Alemania 2006.

El cuadro luso quedó varado en dicha ronda al caer ante Francia por 0-1 con una diana de Zinedine Zidane de penalti. Luego perdió también en la lucha por el tercer puesto frente a Alemania (1-3).

Roberto Martínez tuvo un inicio en la selección belga también complicado al caer con claridad en su estreno ante la selección española en la que comenzaba así mismo Julen Lopetegui.