Fernando Alonso no podría haber recibido un mejor regalo de despedida tras el anuncio de su adiós a la Fórmula 1 al final de la presente temporada que una nueva victoria, la tercera en tres carreras disputadas, en el Mundial de Resistencia con Toyota. Las seis horas de Silverstone (Reino Unido) son, tras las de Spa-Francochamps (Bélgica) y las 24 horas de Le Mans (Francia), el tercer Gran Premio que gana el asturiano este año en este campeonato, manteniendo el pleno de triunfos y no cediendo ante la presión que ejercen sus compañeros con el otro coche de Toyota.

De hecho, la marca japonesa sigue demostrando que su bólido no tiene rival y está en otra galaxia respecto al resto de competidores de otras marcas, ya que el coche compañero de Alonso ha quedado segundo en todas las pruebas.

El trío formado por el propio Alonso, por el suizo Sebastien Buemi y el japonés Kazuki Nakajima, eso sí, tuvo que sudar más que en el resto de carreras para batir a sus compañeros; el británico Mike Conway, el japonés Kamui Kobayashi y el argentino José María Pechito López, que salían desde la primera posición.

El piloto asturiano comenzó su carrera cuando ya habían pasado algo más de dos horas y media de prueba y no tardó mucho en poner su coche en cabeza y demostrar lo bien que conoce el circuito británico, donde ya ganó en dos ocasiones a los mandos de un Fórmula 1: En 2006 con Renault y en 2011 con Ferrari.

Con la marcha de Alonso, Nakajima volvió a perder el liderato en detrimento de Pechito López. El coche del asturiano parecía relegado a la segunda plaza, viendo como sus rivales llegaron a tener una ventaja virtual, debido a un coche de seguridad, de cuarenta y cinco segundos.

Sin embargo, en la última etapa de carrera, con el Toyota a manos de Sebastien Buemi, la distancia se fue reduciendo poco a poco. El suizo recortaba tiempo a Kobayashi vuelta a vuelta; pero el momento crucial fue cuando ambos bólidos hicieron su última parada en boxes a falta de una hora de carrera. Mientras que en la de Buemi solamente cambiaron ruedas y repostaron gasolina, en la del piloto nipón tuvieron que cambiar la parte trasera del coche, perdiendo un tiempo valioso. Ya con Buemi a poco más de dos segundos, Kobayashi cometió un error y se salió de la pista, permitiendo al suizo echarse encima suyo y adelantarle cuando solamente quedaban cincuenta y dos minutos por correr.

Tras el adelantamiento, Buemi siguió demostrando tener más velocidad que su rival, ampliando la distancia hasta los 13 segundos y entrando solo en meta, seguido del otro coche de Toyota y del Rebelion Racing pilotado por el estadounidense Gustavo Menezes, el suizo Thomas Beche y el francés Thomas Laurent.

La próxima cita del Mundial de Resistencia será en Fuji (Japón) el 14 de octubre. Un Gran Premio muy importante para Toyota compitiendo en su país de origen y en un circuito donde Alonso ya ganó en 2008. Eso sí, antes de viajar a la tierra del sol naciente, el asturiano volverá a subirse a su McLaren Renault para disputar dos carreras en los dos próximos fin de semana: el Gran Premio de Bélgica en Spa-Francochamps y el de Italia en Monza.