El Madrid conquistó ayer la quinta Supercopa de su historia tras derrotar al Kirolbet Baskonia por 80-73 en la final disputada en el pabellón Fontes do Sar. La segunda parte de los blancos, que se apoyaron en Sergi Llull, máximo anotador del encuentro, fue clave. El conjunto de Pablo Laso no estuvo brillante, pero cuajó un serio partido para levantar la Supercopa, un título que no conseguía desde la temporada 2014-15 en Vitoria. En esta ocasión, los madridistas fueron de menos a más y lograron cerrar un triunfo muy trabajado.