El Atlético de Madrid, que no ganaba a domicilio desde el 22 de septiembre, doblegó al Valladolid en un partido de poder a poder que por momentos no permitía ni un pestañeo ya que las alternativas hicieron que los acontecimientos se acumularan en ambas áreas, pero la mayor pegada de los madrileños les dio el triunfo.

Eran dos cuñas de la misma madera, ambos equipos tienen argumentos futbolísticos similares, aunque paradójicamente los vallisoletanos rinden mejor fuera y los madrileños sacan mejores resultados cuando juegan en casa.