Hace un poco más de un año que los integrantes del extinto Deportivo de hockey sobre patines volvieron a reunirse. Es lo que tienen los nuevos métodos de comunicación. Poco a poco, con Carlos Parga, hijo del que había sido entrenador y alma del equipo, Venancia Parga, como instigador, fueron encontrándose y organizando una reunión después de que Antonio Álvarez echara el cierre en 1979. Faltaron pocos. Y juntados después por LA OPINIÓN tenían muy claro que la recuperación del Liceo pasaba por una implicación del club blanquiazul. Ayer, cuatro de ellos, José Abeledo, Carlos Vázquez, Diego Lazo y Carlos Parga, se mostraban sorprendidos, pero encantados, de las consecuencias positivas que pueden derivar tras este acuerdo. Ya no solo para el Liceo. Sino para el deporte que aman en general.

"Es una gran alegría", responde José Abeledo, pese a que no oculta que nunca le cayó en gracia el Liceo. "No jugué porque no quise, pero sí mi hijo y mi nieto", añade. Para él, el acuerdo es algo inevitable por la mala gestión interna de los últimos años. "Se ganaron títulos, pero a costa de qué, cómo y a qué precio", afirma. En su momento, a él también le tocó vivir el salto de pasar de jugar en equipos más modestos que después se integraron en el Deportivo. "Cuando llegábamos a entrenar ya teníamos todo el material preparado y cuando nos marchábamos se quedaba allí, no teníamos que ir cargados, para nosotros era un lujo", recuerda. Por eso no tiene "ninguna duda" de que el acuerdo es beneficioso.

Carlos Parga también se muestra "encantado". En su caso, de forma doble, porque actualmente se encuentra en la estructura del Liceo, como ayudante en el equipo de OK Plata, por lo que para él es como "volver a los orígenes". El hijo del que era el entrenador se atreve incluso a hacer un llamamiento a recuperar todas las secciones históricas del Deportivo. "Que sea un club deportivo y no solo de fútbol para dar servicio a toda la ciudad", pide. En cuanto al cambio de camiseta, no lo asume como un trauma: "Los tiempos han cambiado. Tal y como está el panorama, si se quiere estar arriba hay que estar en una estructura de un club grande, lo demás son romanticismos".

"Yo lo había hablado en su momento con un amigo que está en la directiva del Dépor", comenta Diego Lazo, conocido en el hockey como Picolo y que sigue en activo como entrenador del Borbolla. "Así que me alegro de que hayan retomado esa idea porque va a ser muy bueno para el hockey en general, esto se está muriendo". El acuerdo con el Deportivo lo puede solucionar todo. "Va a dar mucha vidilla, es algo muy importante porque lo que se trata es de hacer que el hockey sobre patines vaya para arriba, buscar soluciones, y no pensar en si hay que cambiar el color de la camiseta", concluye.

A Carlos Vázquez le parece todo bien, incluso el cambio de colores. "Son dos instituciones representativas de la ciudad y que colaboren es un paso muy importante", destaca. "Es normal que una de las dos partes tenga que ceder. Pero lo que hay que hacer es mirar hacia delante porque me parece la solución ideal a los males del Liceo", continúa. Para el que fuera portero del Deportivo, el acuerdo tiene que traducirse en un incremento de público en el Palacio de los Deportes de Riazor. "El domingo vino el Reus y desde luego, no fue como aquellos famosos duelos en los que se llenaba el pabellón", se lamenta.