Tensión y nervios. Discusiones y provocaciones. Tres azules. Dos rojas. Peleas dentro y fuera de la pista. El partido entre el Deportivo Liceo y el Sant Cugat disputado ayer en el Palacio de los Deportes de Riazor fue trabado y con polémica desde el principio hasta el final. Y con tanto tiempo para saldar cuentas pendientes, hubo menos para jugar. Pese a que los locales llevaron el peso del encuentro, estuvieron poco acertados. Sergi Miras y David Torres en la recta final lo solucionaron con los goles que dejaron el triunfo en casa.

Solo habían pasado seis minutos desde el arranque cuando se empezaron a calentar los ánimos. Fue cuando David Torres recibió la primera cartulina azul. Absurda, pero evitable. En una falta del Sant Cugat, el Liceo siguió la jugada con los árbitros parando el juego. El ocho verdiblanco incluso la finalizó con un chut contra la valla. Juan Copa protestó a la mesa. Pero Torres se tuvo que sentar durante dos minutos, tiempo que dejó a su equipo en inferioridad sobre la pista. No pasaron apenas apuros sus compañeros. Xavi Malián solo se tuvo que emplear en una ocasión. Porque la cancha estaba inclinada hacia un lado, el que defendía la portería David Toda. El meta catalán ya se había lucido en el partido de la primera vuelta y ayer volvió a convertirse en una pesadilla para los jugadores locales. No pudieron con él ni con un penalti que tiró Sergi Miras en el minuto 8. Al portero tuvieron que atenderle porque la bola se estrelló contra el casco que protegía su cabeza.

Fue Eduard Lamas el que abrió la lata. Prácticamente era la primera bola que tocaba el coruñés, que saltó a la pista desde el banquillo después de estar ausente los dos últimos partidos del Liceo por problemas físicos. Aunque pasó mal la semana, además, por enfermedad, al pequeño de los hermanos le sobra calidad. Y potencia. La forma en la que batió a Toda. Parecía que sería el momento de ruptura. Era el minuto 10 y hasta el 16 se acumularon las ocasiones. El equipo dirigido por Juan Copa tuvo dos seguidas con Carlo di Benedetto al remate. Josep Lamas mandó la bola al palo. Y Jordi Gabarra vio azul, por lo que dispuso de una falta directa, en la que Eduard Lamas fue pillado en los recortes previos, y de dos minutos en superioridad. Dos oportunidades más falladas.

Y otra vez la polémica. Justo cuando el Sant Cugat recuperó el cuarto hombre, Yepes salió y aprovechó para robar la bola en el momento de ingresar en la pista, lo que posibilitó una contra visitante que Eduard Lamas desbarató con falta. Azul para el coruñés. Y Juan Copa, desatado en sus protestas porque estimaba que todo había partido de una acción ilegal, fue llamado al orden por los árbitros en la mesa. Francesc Maideu no aprovechó la directa ni tampoco el Sant Cugat la superioridad, que no obstante empezaba a hacer daño. Un peligro que se materializó en el último segundo de la primera parte. Literal. Cuando Jordi Gabarra se coló por la izquierda para batir a Xavi Malián, el reloj marcaba que quedaban 19 centésimas para que sonara la bocina.

En la segunda parte se sucedieron los encontronazos. Dentro y fuera, como el cabreo cuando un auxiliar del banquillo visitante fue hasta el local para recoger una bola y pasársela a su jugador, que iba a tirar un penalti. Yepes falló la ocasión a bola parada y contestó Di Benedetto con un palo. El Liceo jugaba más, pero el Sant Cugat era un peligro a la contra. Xavi Malián paraba una tras otra, pero también David Toda. Y así pasaban los minutos sin que ningún equipo moviera el marcador y se entró en los diez últimos, cuando los ánimos se caldearon por completo. Hubo penalti sobre Eduard Lamas y el seis se las tuvo con su oponente. En su defensa salió su hermano, que se enzarzó con Borja Ferrer. Los dos se fueron al vestuario con roja. El visitante, a su salida, enseñó el culo al público del Palacio.

Miras fue el encargado de tirar el penalti. Lo falló, pero en la jugada siguiente sí encontró premio. El suyo y el de la insistencia de su equipo. El 2-1 lo celebró frente al banquillo del Sant Cugat, cara a cara con uno de sus inquilinos. No sentó bien, pero fue también un hecho que espoleó al Liceo. Hasta el final del partido -quedaban ocho minutos- dominó con más mano dura y a dos para la conclusión, David Torres sentenció a la contra. Triunfo para seguir la persecución del Barça. a siete, y que sirve además para distanciar al Reus a cuatro puntos. Pero victoria un poco cara. Eduard Lamas no podrá jugar el miércoles en Calafell por acumulación de tarjetas. Y habrá que esperar a la sanción a Josep Lamas.