Más problemas para el Deportivo Liceo. Más problemas para un Juan Copa que en el último mes y medio ha tenido que hacer encaje de bolillos cada vez que le ha tocado realizar una convocatoria. No será menos para la de la Copa del Rey. La plantilla verdiblanca viaja hoy a Reus, donde mañana disputa los cuartos de final contra el Igualada, con dos efectivos menos, los hermanos Josep y Eduard Lamas, uno por sanción y otro por una lesión que ya le había lastrado en los últimos tiempos y por la que ha decidido no arriesgar más. Una baja que pilla por sorpresa, no tanto la del mayor porque desde el club ya sabían que no podrían contar con él porque intuían que la sanción por la roja vista en el encuentro contra el Sant Cugat iba a ser ejemplarizante. Ayer, después de la reunión del Comité de Disciplina de la Federación Española, se conoció que se eleva hasta los siete partidos, es decir, prácticamente se pierde lo que queda de temporada. El peor parado, no obstante, fue Mikel Abeal. Al canterano, que no fue expulsado en aquel encuentro, le cayeron ocho partidos al presentar el Sant Cugat el vídeo de la agresión para que el comité actuara de oficio. Una sanción que tendrá que cumplir igualmente en la OK Plata. Así que, en cadena, otro quebradero de cabeza para Andi Colaianni, porque este fin de semana no podrá contar en el filial ni con el capitán ni con los argentinos Facundo Bridge, Fabrizio Ciocale, Martín Payero -que además en marzo se irá a Angola a jugar con su selección- y el coruñés Pablo Parga, los cuatro llamados para la Copa del Rey.

Sí estará Marc Coy, que incluso valoró la opción de infiltrarse para estar en la Copa del Rey al cien por cien de sus condiciones. El catalán, tocado en un pie, fue baja a finales del mes de enero. Se perdió los partidos contra el Voltregá, Vendrell y Sant Cugat, entró ya para Calafell y jugó después en Alemania frente al Herringen. En el caso de Eduard Lamas, sufrió un pinchazo en el duelo en el Palau contra el Barcelona del pasado 22 de enero y ya no disputó la segunda parte de ese encuentro. Aunque desde el club aseguraron que se trataba de una lesión muscular sin importancia, el siguiente compromiso de los verdiblancos, contra el Voltregá, lo vio vestido de corto desde el banquillo, sin salir ni un solo minuto. Contra el Vendrell ya no se vistió y volvió ante el Sant Cugat, en el que vio tarjeta azul que le hizo perderse por sanción por acumulación el siguiente duelo, el de Calafell. En Alemania jugó apenas cinco minutos y ya se quejó de dolor.

Él fue, además, el protagonista de la acción de la polémica en el partido contra el Sant Cugat, la que originó la polémica que desencadenó en la expulsión con roja de Josep Lamas y Borja Ferrer. El pequeño de los Lamas, Eduard, fue objeto de una falta y se enganchó con el infractor. Abeal y su hermano mayor Josep acudieron en su defensa. Volaron los puños. Los colegiados del partido, Íñigo López-Leytón y Enrique Manuel Díaz, optaron por la decisión salomónica de una roja para cada bando. Eso sí, reflejaron en el acta una agresión sin la bola en juego, por lo que aplicando el reglamento se podía adivinar que sería de cuatro partidos para arriba. Con lo que no se contaba es que el Sant Cugat aportara por su cuenta el vídeo de la jugada. Eso elevó la suma y, de rebote, implicó a Mikel Abeal, que se llevó ocho por los siete de su compañero.

Los hermanos Lamas, por tanto, se quedan sin una Copa del Rey que podía ser la última con la camiseta verdiblanca. Al mayor, Josep, le queda una temporada de contrato, pero cada vez cuenta menos en los planes de Juan Copa. Y el club afrontará para la próxima una profunda renovación, casi una revolución, en todos sus estamentos, incluida en una plantilla en la que la apuesta será por la juventud. En el caso del pequeño de los Lamas, Eduard, todavía no ha contestado a la oferta de renovación del Liceo, que quería hacer de él a su jugador franquicia, pero todos dan por hecho que el próximo curso militará en el Benfica.