En 2017 el CRAT vivió uno de sus momentos más amargos e ingratos. No pudo ser más cruel el desenlace de la final por la liga contra el Olímpico Pozuelo, que se le escapó por tan solo un punto (21-22) después de que las coruñesas hubiesen dominado prácticamente todo el partido. De hecho, ganaban por 21-5 al descanso y las madrileñas remontaron en el segundo tiempo. Así que cuando ayer, después de pasar por vestuarios con otro 21-5 a favor y que el INEF remontara hasta el 21-15 en el inicio del segundo tiempo, fue inevitable que los fantasmas del pasado visitaran a las jugadoras de Arquitectura, sobre todo a las que estuvieron presentes en aquel encuentro de hace dos años. Una de ellas, Mónica Castelo.

"Tuvimos un bajón y nos empezaron a remontar", relata la coruñesa. "Estaba pasando exactamente igual que hacía dos años. El resultado al descanso era exactamente el mismo y fue inevitable pensar en ello", confiesa. Esta vez, sin embargo, algo cambió. "La capitana nos dijo que nos pusiésemos las pilas y a trabajar. Supimos volver a coger el ritmo al partido, recuperarnos y sobre todo, conseguimos que el equipo siguiera unido pese a los golpes", analiza. Fue, para ella, el momento clave del partido.

"Habíamos salido con muchas ganas porque sabíamos que si jugábamos como siempre nos iban a salir bien las cosas", reconoce. Solo el pequeño bajón les hizo dudar, pero el equipo se reencontró con su juego e incluso no solo aguant´´o el resultado, sino que lo amplió con dos ensayos más. "El de Mariana (26-15) nos dio más holgura, aunque sí que es verdad que tuvimos cuatro minutos de revolución que se notaba que quedaba poco y que estábamos ansiosas, pero aun así fuimos capaces de hacer un último ensayo para celebrar el título, que ya iba siendo hora", dice.

Hace un año que Mona „como es su nombre de guerra„ declaraba en una entrevista en LA OPINIÓN que no quería retirarse sin ganar otro título con el CRAT. Ahora ya lo tiene. "Fue una locura absoluta. Y me gustó también celebrarlo con mis compañeras del B. Ha sido un año que no podía haber sido mejor. El trabajo está ahí. Nos pedían que fuésemos un equipo, lo conseguimos y encima han acompañado los resultados", opina.

El CRAT se ha mantenido en la elite durante los últimos ochos años. De forma constante. "No es casualidad que tengamos esa continuidad y seamos tan regulares", comenta. "Y creo que en el futuro seguirá siendo igual. Ya hemos conseguido que las nuevas vayan aportando cada vez más, que sigan mejorando, y estarán preparadas para el relevo generacional", vaticina.