No estaba acostumbrado el Investo OAR a vérselas con el descenso. Por eso la victoria de ayer en Pontevedra contra el Teucro por 27-36 supuso un gran alivio para el conjunto dirigido por Pablo Aguirregabiria. Significa que ya no aplaza más la permanencia. No tendrá que esperar a la última jornada. Un histórico equipo que seguirá un año más en Primera Estatal, tercera categoría del balonmano español. Y eso pese a todos los problemas que arrastró a lo largo de toda la temporada.

Ya la inició obligado a una importante reconversión con respecto al último curso porque sus principales referencias ofensivas recibieron ofertas para irse a categorías superiores. Y encima el que iba a ser su jugador estrella, Sergio Sarasola, se lesionó a las primeras de cambio. Con gente de la casa y el regreso de algunos históricos, el OAR fue tirando del carro para salir del hoyo y finalmente firmar un final feliz. Ayer, fue precisamente Sarasola el que lideró la atacante coruñesa. Once goles. Por detrás, los cinco de Zas y Molina. Salvación. La próxima semana lo celebrarán ante su afición contra el Ourense en la última jornada.