Una auténtica exhibición fue lo que se vivió ayer en Pontevedra. Por un lado, una ciudad volcada con el deporte que arropó a los casi mil triatletas que disputaron la prueba reina del Festival Multideporte 2019. Por otro lado, complementando a lo anterior, un espectacular Javier Gómez Noya que firmó una carrera increíble en el corazón de la ciudad en la que tantas veces ha entrenado. Al alcance de muy pocos elegidos está lo que hizo ayer el triatleta ferrolano, que sumó un título más a su ya extenso palmarés al proclamarse campeón del mundo de larga distancia. Se trata de su novena corona intercontinental, que demuestra su absoluto dominio en prácticamente todas las distancias. Para completar la fiesta, doblete gallego con el subcampeonato de Pablo Dapena, que corría en casa y que no pudo defender el título de 2018, aunque con el de Basilea sobre el asfalto, lo máximo a lo que podía aspirar era la plata, con lo que cumplió el guión a la perfección.

Desde que se dio la salida, Gómez Noya planteó una carrera ambiciosa que le llevó a ser el más rápido en el segmento de natación. Después de que se firmase una breve tregua en el grupo cabecero en la bicicleta, el ya nueve veces campeón del mundo asestó el golpe definitivo tras firmar un sensacional tramo de carrera a pie. El nonacampeón recorrió los 1.500 metros de natación, los 108 kilómetros de ciclismo y los 30 kilómetros de carrera a pie en 5.05.39 horas. Menos de cinco minutos después, su compañero de entrenamientos y amigo Pablo Dapena llegaba a la pista de atletismo del CGTD y se tomaba su tiempo para cruzar la línea de meta. Por el camino saludó a los aficionados que lo aclamaban, entre ellos amigos y familiares.

Una medalla de plata que demuestra el gran momento de forma del pontevedrés, visiblemente emocionado al término de la carrera por todo lo vivido por las calles de su ciudad, en las que sintió el aliento de la gente en cada zancada. Fue lo que le ayudó a aguantar hasta el final de una prueba muy dura, en la que el neozelandés Terenzo Bonzzone, otro de los grandes favoritos, le fue pisando los talones hasta la última vuelta de la carrera a pie, en la que llegó a parar en algún momento para tomar aire y, por tanto, le dio también respiro a su rival, que pudo disfrutar del que definió como uno de los mejores momentos de su carrera profesional. A pesar de que acarició la medalla de bronce durante prácticamente toda la prueba, el tramo final pudo con Bozzone, que acabó en séptima posición. Completó el podio el esloveno Jaroslav Kovacic.

Como estaba previsto, el segmento de natación se redujo a la mitad porque la media entre la temperatura ambiente y la del agua no llegó a los 14 grados. Así, la prueba reina de este Festival Multideporte de Pontevedra constó de 1.500 metros de natación, 106 kilómetros de ciclismo y 30 kilómetros de carrera a pie. La reducción de la natación iba a suponer un perjuicio para los gallegos, pero Gómez Noya fue el primero en salir del agua, con un grupo con cuatro triatletas más entre los que estaba Pablo Dapena. Aunque perdieron un poco de tiempo en la transición, supieron gestionar bien el segmento de ciclismo, manteniéndose en las primeras posiciones, pero sin arriesgar demasiado para jugárselo todo en la carrera a pie.

Así, tras la segunda vuelta, Gómez Noya había caído a la cuarta plaza y Dapena a la séptima, con el danés Hogenhaug en cabeza. Su escapada se neutralizó pronto, y el segmento acabó con uno de los grandes favoritos, el neozelandés Terenzo Bozzone, en primera posición, seguido del esloveno Kovacic y de Pablo Dapena, con Gómez Noya en quinta posición, pero todos en un puño.

El dominio gallego se demostró en la carrera a pie, con el ferrolano mandando de principio a fin, ampliando distancias en cada punto de control, y Dapena recortando a Bozzone, que se fue hundiendo poco a poco, para aguantar en segunda posición durante todo el segmento y certificar la medalla de plata. Un doblete histórico en una cita también histórica para Pontevedra, que una vez más estuvo a la altura en cuanto a organización y, sobre todo, calor humano para los triatletas.

"Un sueño"

"Un sueño hecho realidad". Así definió un Pablo Dapena visiblemente emocionado la medalla de plata lograda ayer en el Mundial de larga distancia. "Detrás de Javi es casi como ser campeón. Si lo hubiésemos soñado, creo que es el mejor final que podría tener esta carrera, él primero y yo segundo. Bueno, sí me puedo quejar, sería yo primero y él segundo", bromeó. El pontevedrés quiso resaltar que "se ponía la piel de gallina". "Ibas solo. Daba igual que fueses muerto, como yo en la última vuelta, lo de esta ciudad volcada con el deporte, no solo con el triatlón, es increíble. Ojalá se sigan haciendo eventos de este nivel, porque creo que ha sido un ejemplo", dijo. En este sentido, Dapena reivindicó Pontevedra como sede de más competiciones de alto nivel: "Esta ciudad se merece una prueba de más prestigio, como una gran final de las Series Mundiales. Si le preguntas a Javi por pruebas de Series Mundiales que hayan tenido este ambiente, yo creo que ninguna".

Para Gómez Noya la victoria fue "muy especial, no solo por ser el noveno título Mundial, sino por conseguirlo en casa, con gente de Pontevedra y de toda Galicia". El triatleta ferrolano explicó que, aunque sufrió en la última vuelta, "porque es una carrera un poco larga", la gente le empujó hasta el final y pudo conseguir el objetivo. "Muy contento también con el segundo puesto de Pablo", añadió.