El banquillo del Leyma Coruña ya tiene nuevo inquilino. Sergio García Martín (San Sebastián, 1983) es el elegido para suceder a Gustavo Aranzana como entrenador naranja. El club, que apostó por un cambio de aires, optó también por un giro radical en el perfil del técnico. De uno con una trayectoria consagrada a otro también con un importante currículum pero con solo dos cursos de experiencia como primer entrenador en LEB Oro, los que estuvo en el Palencia (2015-16 y 2016-17). Antes había sido asistente de Natxo Lezkano en el mismo equipo y después de esa etapa, ocupó el mismo cargo pero ya en la ACB de la mano de Sergio Valdeolmillos y Porfirio Fisac en el Guipuzkoa durante los dos últimos años. Una apuesta por el futuro porque además el club le firma para dos campañas, un tiempo para que pueda asentar su proyecto.

El vasco llegó en 2008 al Maristas Palencia, donde estuvo siete temporadas como ayudante de Lezkano. A su marcha, García asumió las riendas del equipo. En su primera temporada, ya consiguió los títulos de Copa y de Liga, lo que suponía el ascenso a la ACB, aunque administrativamente el club no pudo materializar la subida a la máxima categoría. Al año siguiente, en la 2016-17, el conjunto palentino volvió a completar un excepcional curso en el que solo cedió en la final del play off por el ascenso contra el Burgos, que finalmente sí lograría una plaza en la ACB. En ese play off, de hecho, se cruzó en el camino del Leyma, un enfrentamiento decidido en el quinto y último partido.

La del técnico era la primera pieza que necesita el Leyma para empezar a planificar la temporada 2019-20. Él será ahora el que tenga que dar el visto bueno a los jugadores que puedan renovar, pero también el que indique el camino de por dónde fichar, siempre en la medida de lo posible de la economía naranja. Junto a él en el banquillo seguirán sentándose Charlie Uzal, Román Gómez y Gustavo Gago, que ya formaron parte también del cuerpo técnico de Aranzana y antes de Tito Díaz.

Cuatro técnicos en 15 años

El vasco Sergio García sustituye en el banquillo a Gustavo Aranzana, que llegó al club hace dos temporadas. Al final de la que acaba de terminar, el club anunció, en una rueda de prensa conjunta, que no le ofrecería la renovación al vallisoletano -en el baloncesto es habitual ir firmando año a año-. Pesó el hecho de no haber alcanzado el objetivo de la clasificación para el play off de ascenso a la ACB y el desgaste de un curso con muchos altibajos y contratiempos, aunque el técnico afirmaba que se veía con fuerzas para seguir. El Básquet Coruña, con su presidente Roberto Cibeira a la cabeza, apostó no obstante por el cambio.

Como lo había hecho anteriormente con su antecesor, Tito Díaz. El lucense se mantuvo durante cuatro campañas en el banquillo naranja, con las semifinales del play off de la 2015-16, en las que se llegó al quinto partido con Melilla, como uno de sus puntos álgidos. Su no renovación pilló por sorpresa incluso al técnico, uno de los grandes responsables del crecimiento de la afición al baloncesto en la ciudad. Su equipo consiguió una gran comunión con la grada, con un estilo de juego muy alegre. Antes el inquilino del banquillo había sido Antonio Pérez. El ferrolano se había prolongado en el puesto durante siete años, ascendiendo desde la Liga EBA hasta la LEB Oro. Es decir, en los últimos quince años, el Leyma habrá tenido tan solo cuatro técnicos al frente.