Ona Carbonell se colgó ayer la medalla de plata en la final de solo técnico de natación artística del Campeonato del Mundo de natación, que se está disputando en Gwangju (Corea del Sur), después de repetir la posición de la preliminar, solo por detrás de la rusa Svetlana Kolesnichenko, que revalida título.

Con su excelente ejercicio inspirado en un discurso del líder sudafricano Nelson Mandela en los Premios Laureus y ataviada con un bañador mapamundi, la catalana volvió a encandilar a los jueces, que le otorgaron una puntuación de 92.5002 (27.9000 en ejecución, 28.3000 en impresión artística y 36.3002 en elementos), con lo que mejoró la puntuación de la preliminar de 91.8259.

Sin embargo, quedó de nuevo por detrás de la nadadora que saltó justo antes que ella a la piscina, la rusa Svetlana Kolesnichenko, que confirmó su superioridad de la preliminar, donde había alcanzado una puntuación de 94.1126, al lograr bajo el Survivor de Destiny's Child un imbatible 95.0023 de los jueces.

El podio lo completó la japonesa Yukiko Inui, que con un fantástico 92.3084 inquietó a Carbonell y que mejoró su nota del viernes (91.7284) para colgarse finalmente el bronce por delante de la ucraniana Marta Fiedina, con 91.3014.

De esta manera, Carbonell, en su séptimo Campeonato del Mundo, el cuarto como solista, repite el color de la presea que conquistó en la misma prueba en Budapest 2017, donde Kolesnichenko también le privó de subirse a lo más alto del podio.

Además es su tercera plata seguida en la modalidad tras la conseguida en Kazán 2015, y su cuarta medalla consecutiva después de lograr el bronce en Barcelona 2013. Es la primera para la delegación española en Corea que volverá a tener bazas en natación, arística, waterpolo, aguas abiertas y saltos.