El joven coruñés Toni Ripoll, del Real Club Náutico de Sanxenxo, alcanzó la plata del Campeonato de Europa júnior en 420 el pasado martesToni Ripoll. Jacobo García y él remontaron el último día en las aguas de Vilagarcía y ocuparon el segundo lugar del podio, quedando por delante de los gallegos y también favoritos Martín Wizner y Pedro Ameneiro.

¿Cómo se siente tras haber alcanzado la plata?

Estoy muy contento con estos resultados. Nuestro objetivo principal era alcanzar el podio, así que ganar la plata recompensa todo el esfuerzo que hemos hecho durante la competición y los entrenamientos. Me siento muy bien porque son muy buenas sensaciones.

¿Cómo ha vivido esta competición?

El campeonato transcurrió en Vilagarcía. Es un sitio que conocemos bien porque entrenamos allí, pero las condiciones que tuvimos fueron muy duras e hicieron que la competición fuese difícil. Navegamos en una zona que casi no conocíamos, y no fue nada fácil adaptarse a las dificultades. El Europeo se ganó con muchos puntos, entonces te podías permitir algunos fallos, más que en otros campeonatos, pero también porque por las condiciones mucha gente fallaba. Conrad (Konitzer), el ganador, navegó muy bien, no tuvo descartes hasta el penúltimo día, y eso marcó mucho la diferencia.

¿Con qué actitud afrontó las dificultades y el nivel de exigencia de la competencia?

Todo el equipo español sub 19 somos muy amigos. Martín, Conrad... Tenemos relación por las regatas, pero también a nivel personal todos nos llevamos muy bien. Sobre las dificultades, nunca llegamos a desmotivarnos. Nuestros entrenadores siempre nos dicen que nunca podemos estancarnos en un mal resultado porque eso lo hará peor. Las regatas son muy largas. Empezamos divididos en dos grupos, y al final con los mejores de la clasificación se crea el grupo oro, con los mejores de toda Europa. Los fallos en el grupo oro se pagan muy caros y suele haber muchas pinzadas y muchos malos puestos. Por eso hay que intentar no tener un descarte los días antes al oro, porque posiblemente las pinzadas lleguen al entrar en este grupo.

¿Fue esto lo que ocurrió con Wizner y Ameneiro, terceros?

Exactamente. Es así. En el oro no es tan fácil remontar porque todos son buenos y Martín ya había tenido un descarte el primer día de la competición, por eso estuvo condicionado a la hora de navegar.

¿Cuál fue su momento más duro de la competición?

El quinto día. Tuvimos una borrasca y el viento muy racheado. No conocíamos mucho el campo, y fue una locura. La primera prueba fue muy difícil porque los cambios de viento fueron muy grandes, y en la segunda decidieron cambiarnos de campo.

¿Cuáles son sus objetivos para la próxima temporada?

Empezaremos en septiembre a entrenar para la Copa de España, que es en noviembre. Este será mi último año en la categoría juvenil de 420, y después tenemos pensado competir en una completamente distinta, la 49er. No vamos a competir en la categoría 470 porque está en un momento difícil y es complicado conseguir una tripulación mixta.

¿Cuál sería su gran logro en este deporte?

Una medalla olímpica, creo que es el sueño de todos los que se dedican a la vela ligera.

¿Planea continuar en el centro de Tecnificación Deportiva de Pontevedra?

Sí. Este año pudimos entrenar muy bien, con preparación física a media mañana y un entrenamiento intenso. Se ha notado y por eso repetiremos.