"Sí, vamos a la huelga". Con esas cinco palabras, Ainhoa Tirapu (Pamplona, 1984) expresó la firme determinación de las futbolistas de Primera División de parar la competición. La medida quiebra el clima de moderación con el que las jugadoras habían seguido la negociación entre clubes y sindicatos por el primer convenio colectivo para las mujeres futbolistas de España.

"Nosotras hemos rebajado algunas de las líneas rojas y, aun así, no se ha llegado a un acuerdo. Por eso entendemos que nuestro siguiente paso es este", aseguró la guardameta del Athletic de Bilbao y vicepresidenta del Comité de Fútbol Femenino de AFE.

Durante la conversación, Tirapu reveló que "no es oro todo lo que reluce" alrededor del fútbol femenino en cuanto a los derechos de las protagonistas, reparó en la importancia de la cotización y subrayó que en la negociación ellas no están pidiendo "mucho más que el salario mínimo interprofesional". "Somos conscientes de que hay clubes que no pueden llegar a donde pueden llegar otros por la estructura que tienen detrás. Tampoco queremos dinamitar el fútbol femenino, pero tampoco queremos que se enriquezcan a nuestra costa únicamente. Las jugadoras somos las protagonistas y creemos que merecemos mucho más", afirmó.

Lleva toda una vida jugando en Primera División. ¿Es fácil tener que comunicar, en nombre de las futbolistas, que han decidido convocar una huelga?

Para mí es duro. A mí me hubiera gustado en un par de negociaciones o tres haber llegado a un acuerdo porque creo que lo que estamos pidiendo son unos derechos mínimos como trabajadoras. Está claro que hay mil situaciones diversas, pero lo que nos unía en este camino era considerar las condiciones mínimas que toda jugadora de Primera División debe tener y por eso hemos luchado. Hemos marcado algunas líneas rojas y hemos rebajado algunas de esas líneas rojas. Aún así, no se ha llegado a un acuerdo. Por eso entendemos que nuestro siguiente paso es este.

¿Cómo se llega a esta situación?

Esto comenzó antes incluso de las negociaciones. Estuvimos desde junio de 2018 pidiendo reuniones y no se daban. Se alargó a final de temporada, luego quedó para la siguiente temporada. Empezó todo como dando largas y eso, sumado a 18 reuniones en las que no se ha llegado a un acuerdo, cansa un poco; sobre todo, viendo que antes se regalaban los derechos de imagen y ahora se venden, que cada vez hay más patrocinadores, que cada vez son más los equipos que tienen más ingresos por el fútbol femenino y que nosotras seguimos en la misma situación.

¿Por qué se plantan ahora?

Tenemos que protegernos, sobre todo, ahora que parece que la ola es muy grande. Si no establecemos una base a partir de la que seguir creciendo, la ola se va a parar y seguramente vaya hacia abajo. Para subir al tercer piso necesitas poner el escalón del primero y para mí este convenio es el escalón del primero.