El Athletic puede ir sacando brillo a su gabarra después de conseguir el billete para la final de la Copa, la número 37 de su historia, gracias a un gol salvador de Yuri Berchiche, que sirvió para apagar el ímpetu y la ilusión de un Granada que tuvo el pase en el bolsillo durante muchos minutos.

La historia fue cruel con los nazaríes, que fueron mucho mejores y pusieron toda la carne en el asador, pero el oficio de los vascos fue más que suficiente para tumbar al Granada haciendo bueno el valor doble de los goles fuera de casa. Yuri fue el artífice del triunfo a ocho minutos del final. Una cabalgada del lateral zurdo terminó en el fondo de la red.

Vesga asistió entre líneas y el ex del PSG fusiló a Rui Silva, quien colaboró en el tanto. El remate llegó cuando el Athletic estaba en la lona, sometido al fútbol de los locales y casi muerto ante el empuje de Los Cármenes. La segunda parte fue un suplicio para los rojiblancos, que sufrieron al comienzo del choque.

El arranque fue arrollador con permutas constantes entre Carlos Fernández y Antonio Puertas, algo que descolocó a la zaga de los vizcaínos. Para colmo, el ex del Sevilla se hartó a generar espacios y ocasiones. Suyas fueron las mejores oportunidades a excepción del cabezazo de Yangel Herrera al borde del descanso que salvó Williams bajo palos.

El testarazo fue tan peligroso como el que Víctor Díaz realizó contra su portería en un intento por despejar. Rui Silva reaccionó bien y dejó el empate sin goles al descanso. El Granada había sido mejor, pero el Athletic resistió con entereza y haciendo daño al ataque. Eso sí, en la segunda mitad cambió el guión.

El conjunto granadino comenzó de igual manera con balones bombeados, con centros al corazón del área y con dudas en su rival. Eso fue lo que mató al Athletic, incapaz de coger aire en el centro del campo y dar dos pases seguidos. A los tres minutos llegó el 1-0 con un gran remate de cabeza del exdeportivista Carlos Fernández, el mejor del duelo de anoche.

El sevillano, que firmó un partido para ser llamado por Luis Enrique, giró el cuello ante un centro de Machís, otro de los destacados, para batir a Unai Simón con mucha contundencia. El gol de los andaluces se escuchó hasta en la Alhambra y la fiesta empezó a cocinarse. Con el Athletic tocado, pero no hundido, llegó el segundo de los pupilos de Diego Martínez, el gran arquitecto de este Granada para el recuerdo.

En esta ocasión fue en un córner donde Germán impuso su físico al de Unai Núñez. El 2-0 clasificaba a los andaluces cuando todavía quedaba un cuarto de hora. Para los leones, el panorama apenas cambiaba porque seguían necesitando un gol. Gaizka Garitano tocó todas las teclas y metió a Aritz Aduriz en el campo en busca de centímetros y su poderoso remate aéreo.

Pero no fue el veterano ariete, ni Raúl García ni tan siquiera el gran protagonista del Athletic en esta Copa de Rey, Iñaki Williams. Fue un defensa quien culminó una excelente jugada para estallar de rabia y gritar a los cuatro vientos que el pase viajaba a la capital de Euskadi. A partir de ahí, el Granada reaccionó sin suerte.

Los de Martínez se volcaron en el área rival y gozaron de dos ocasiones para poner en apuros a Unai Simón, pero la zaga apretó los dientes y desbarató todos los intentos de un Granada que murió con el cuchillo entre los dientes y la gigante ovación de su afición. Se acabó el sueño para unos; los otros comienzan a preparar la gabarra por si acaso.