Primera toma de contacto y primeras buenas sensaciones para el Leyma Coruña, que se impuso ayer en el debut al Vitória de Guimarães por 74-82. Si ya en circunstancias normales el primer partido, aunque sea un amistoso, supone volver a poner toda la maquinaria en marcha, esto se complica mucho más si sucede más de seis meses después de la última vez. Pero la naranja mecánica parece en forma ya desde el inicio. Un buen arranque para el conjunto de Sergio García, bien reforzado y con los fichajes ya rindiendo a un alto nivel.

Aunque los naranjas todavía no pudieron contar con el base Zach Monaghan, pospuesto por tanto su esperado regreso, hubo muchas otras buenas noticias a las que aferrarse. El nivel de Augustas Peciukevicius en la dirección de juego, la mano de dos tiradores como Jakstas y Matulionis, la potencia física bajo tableros con Blackwell, Barro, Belemene y Javi Vega... Pero las sensaciones fueron positivas en conjunto. Ritmo alto, defensa ajustada, acierto exterior y compenetración. Sobre todo en el primer tiempo, cuando el conjunto coruñés llegó al descanso con 14 puntos de ventaja (34-48).

Solo hubo problemas a la vuelta de vestuarios, provocados sobre todo por las faltas personales. Cinco por ninguna en el bando local. Se apretó el marcador, aunque nunca peligró el triunfo naranja, cinco puntos arriba al término del tercer cuarto (59-64), una renta que incluso aumentó al final (74-82). La próxima toma de contacto será el próximo miércoles en el Palacio de los Deportes de Riazor contra el Oviedo, ya un equipo de su liga, lo que permitirá conocer de mejor mano el nivel que ha alcanzado la plantilla en esta pretemporada. Queda por saber si el partido podrá realizarse con el público en las gradas.