Carles Grau es el portero de hielo al que pocas veces dominan las emociones. Pero el lunes, cuando se quitó el casco al sonar la bocina en el Palau Blaugrana y confirmarse la victoria del Liceo, además del sudor -"hacía mucho calor", recuerda-, su cara era el reflejo de la euforia que sentía. Todavía ayer, por teléfono, se le notaba contento pese al cansancio de una noche en la que reconoce que durmió poco -"por la tensión del partido"- y un viaje de vuelta para el que se tuvieron que levantar a las cinco de la madrugada. "Claro que estoy contento, es que es la primera vez que gano en el Palau. Para todos lo era. Solo habíamos conseguido empatar", responde. "No todo el mundo lo puede decir", añade. Sus paradas fueron vitales para mantener a su equipo y firmar una victoria "de prestigio". "Demostramos que somos un equipo a tener en cuenta", dice. Para la OK Liga, pero también un aviso hacia Europa. Aunque prefiere ser cauto. "Solo es la tercera jornada, la pena es que no fuera al revés, a tres para el final", señala.

Y es que el portero catalán se debatía entre el enorme valor de la histórica victoria en la Ciudad Condal y la razonable prudencia. "Ganar fuera de casa a estos equipos es muy complicado". Lo dice por experiencia: "Cuando estuve en el Porto solo perdimos en casa la final de la Champions contra el Barça". Un recuerdo que redobla el orgullo por ser uno de los pocos que pueden decir que asaltaron el Palau Blaugrana. "Hay que darle valor y da prestigio. Pero también refuerza el proyecto que el club empezó a montar el año pasado y que no acababa de dar con la tecla para lograr una triunfo así", valora. Grau analiza que la clave estuvo en cómo el Liceo preparó el partido. "Copa hizo un planteamiento táctico perfecto y nosotros en nuestras cabezas nos lo creímos, lo asimilamos y lo llevamos a cabo", explica.

Cree también que el Barça estaba un poco confiado. "Pensaban que nos iban a ganar porque el año pasado lo hicieron por 9-3, aunque el resultado es un poco engañoso porque a quince minutos para el final íbamos 4-3", recuerda. El triunfo podría haber sido más cómodo, pero un penalti a 58 segundos para la bocina volvió a meter a los azulgrana en el partido. "Fue una lástima porque para mí fue un poco dudoso", comenta. Intentó poner nervioso a su amigo Helder Nunes, al que conoce bien de su etapa en el Porto, pero el luso le batió. "Lo importante era mantener la cabeza fría. Tenía una advertencia por adelantarme y a la segunda si me movía antes de tiempo, además de gol era azul. Lo importante no era dejar al equipo con un menos en esos últimos segundos", reconoce, "y después el equipo defendió bien e incluso mantuvimos la posesión de la bola buena parte de ese tiempo".

Es difícil que el mayor de los Grau pierda los nervios. Por eso ahora manda también un mensaje de tranquilidad. "Es que al final no hemos ganada nada, ningún título, solo es un partido de liga", afirma. "Solo estamos en la tercera jornada y nos queda mucho por delante. Todos nuestros desplazamientos a Cataluña van a ser complicados. El Barça se va a dejar muy pocos puntos y nosotros tenemos que hacer lo mismo", advierte, aunque asegura que el Liceo está en el buen camino: "Está claro que hemos dado un salto de calidad y creo que ahora mismo podríamos situarnos entre los seis mejores de Europa -con Porto, Benfica, Oliveirense, Sporting y Barça-, pero calma y tranquilidad. Tenemos que seguir trabajando y preparando los partidos como hasta ahora". Vuelve a hacer hincapié en este punto en la figura de su entrenador, Juan Copa: "Desde que lo conozco nos da mucha información sobre los contrarios, y siempre acertada".

El próximo reto será el domingo en el Palacio de los Deportes de Riazor contra el Mataró. "Las fuerzas hoy -por ayer- están un poco justas porque hicimos un gran desgaste y todavía estamos cansados", admite. Pero tienen tiempo a recuperar. El último partido en casa se saldó con un 15-1 al Taradell. "Es anecdótico. Que no se acostumbre la gente porque lo normal no es eso. Hemos empezado en plan goleador, pero seguro que habrá partidos en los que nos costará más marcar", señala. Otro firme defensor del partido a partido. Porque de nada serviría haber ganado al Barça si se falla después contra el Mataró.