El Liceo defendió con éxito el liderato de la OK Liga al vencer en el Palacio de los Deportes de Riazor al Mataró por 2-0, eso sí, con más apuros de lo esperado. El equipo dirigido por Juan Copa fue el gran dominador, pero el portero visitante, Sergi Grané, estuvo muy inspirado y frustró una y otra vez a los locales, que jugaron casi contra un frontón. Cuarta victoria en cuatro encuentros para mantener el pleno y la primera posición en la tabla, a la espera del resultado del Caldes-Reus de esta noche (20.00 horas).

Si hace dos semanas, en el anterior partido del Liceo en casa, entraron todas las ocasiones hasta el 15-1 final frente al Taradell, hoy ocurrió todo lo contrario. Por más veces que los jugadores coruñeses se plantaron frente a la portería local, por más tiros que realizaron, no había manera de que la bola entrara en la portería. Ni a bola parada (Adroher falló dos directas y Oruste otra). Ni con superioridad tras las dos azules al Mataró (Cantero y Gual). Con el protagonismo también de los palos, hasta cuatro. Incluso les anularon un gol.

Solo lo hizo en dos ocasiones. Dos genialidades. La calidad individual del Liceo resolvió el problema. En el minuto 8 marcó Jordi Adroher, que levantó y picó la bola para batir a Grané. Y cerca del descanso, César Carballeira repitió un gol como el del lunes en el Palau Blaugrana. Recibió, se dio la vuelta y sin pensárselo, lanzó el misil que dejó temblando la portería. En la segunda parte ya no se movió el marcador. El Mataró, muy cerrado en defensa, prácticamente renunció al ataque (tardó quince minutos en tirar a puerta). Y el Liceo no fue capaz de superar más su maraña defensiva.