La Ponferradina hurga en la herida de un Lugo (2-0) al que ni el cambio de entrenador le sirvió para cambiar una dinámica negativa que se prolonga en las últimas catorce jornadas donde no conoce la victoria. Lo peor no fue en sí misma la derrota, sino las sensaciones que dejó el equipo del debutante Rubén Alvés, sin crear prácticamente peligro y a merced de una Ponferradina que, logrado ya el objetivo de la permanencia, empieza a mirar de frente hacia el sueño de poder disputar por vez primera las eliminatorias de ascenso.

El plan se le vino abajo muy rápido al técnico gallego que en una acción desafortunada de Luis Ruiz en un despeje permitió a Paris demostrar su inteligencia para adelantarse a todos y realizar una vaselina con la cabeza que superó a Ander Cantero en su salida. A un cuarto de hora del final Yuri de Souza firmó el 2-0 definitivo.