Un tanto polémico de Kylian Mbappé convirtió a Francia en la campeona de la segunda edición de la Liga de Naciones, remontando a una España sobresaliente que cayó con honores en un duelo de grandeza, que confirmó que la distancia a los títulos es corta gracias a la reconstrucción que lidera Luis Enrique.

Superada la campeona de Europa, el reto de España pasaba a ser mayúsculo ante la última campeona del mundo. Demostró que pese a estar en plena reforma, con bajas de peso y numerosas, rejuvenecida hasta un límite impensable, está para competir con cualquiera. Es un equipo, por encima de selección, con todo el mérito de Luis Enrique para impulsar la imagen de sus jugadores bajo un trabajo táctico impecable. Solo cedió a un gol en fuera de juego tras una gran final.

España anuló la velocidad, la creatividad, la inspiración de una colección de estrellas tras su arranque intimidatorio. La presión alta con la que inició el bloque de Deschamps fue un espejismo en cuanto perdió el balón. Se desconectó. Y al equipo de Luis Enrique es muy complicado discutirle una posesión. Anestesió desde el esférico los arranques de rabia del rival y mascó el partido hasta encontrar la oportunidad de golpear.

Era un imposible en el primer acto, con un solo disparo a puerta y blando de Sarabia cuando encontró el espacio y el pase de Ferran. El goleador de la selección forzó para jugar, abandonando la zona del ‘9’ y buscando el desequilibrio con su velocidad pegado a la banda derecha del ataque. Le faltó precisión en los centros para que la pelea de Oyarzabal con los centrales encontrase el premio del remate.

La final exhibió tensión. Las consignas eran claras. El gran peligro de España estaba tras pérdida de balón por la velocidad en transición francesa. Luis Enrique reforzó su centro del campo con la entrada de Rodri y pidió falta para cortar cualquier acción que permitiese a Francia explotar las virtudes de su tridente. Probablemente el mejor del mundo, pero al que logró desenchufar una hora, desde que el colegiado permitiese un mano a mano a Benzema, en claro fuera de juego, en el que fue clave la salida rápida de Unai Simón.

España exhibió confianza en cuanto se adueñó del balón, con movimientos estudiados que hacen correr al rival, una Francia que tenía un día menos de descanso y que fue mascando la desesperación por la imposibilidad de mostrar su fútbol.

Eric García en un examen mayúsculo bajo el foco, salía victorioso de las dos carreras que le lanzaba Mbappé. España rascó y acabó recibiendo esas entradas duras de desesperación delante del colegiado que condicionaron a Pogba y Koundé en la reanudación, cuando el encuentro despertó en un minuto eléctrico de liberación de ataduras.

Nacía un nuevo partido en un escenario menos favorecedor a España por la falta de control y la aparición de una verticalidad letal por la que apuesta Francia. A altas revoluciones conectan Benzema y Mbappé, que dejaron a Theo el primer disparo a puerta. Unai se alió con la madera. El travesaño repelía el potente remate y en la siguiente acción, el pase en profundidad de Busquets encontraba la falta de contundencia de Upamecano y el colmillo afilado de Oyarzabal. De zurdazo cruzado superó a Lloris.

La alegría duró segundos. En la siguiente acción, nada más sacar de centro, llegó una obra de arte de Benzema. Un argumento más para aspirar al Balón de Oro, inventando un gol para enmarcar de la nada.

El encuentro había entrado en ebullición y a España le faltó pausa para volver a echar el freno. En el intercambio de golpes tenía pocas opciones de salir vencedora. Y el castigo llegó cuando le costó igualar la velocidad, en acciones siempre al límite de fuera de juego de Mbappé. Perdonó la primera, pero definió con calidad a diez minutos del final, en una jugada polémica.

Busquets: “Era fuera de juego de Mbappé”

Sergio Busquets, capitán de la selección española, aseguró ayer, después de perder 1-2 frente a Francia la final de la Liga de Naciones, que el segundo tanto del equipo galo, obra de Kylian Mbappé, fue en fuera de juego. “Hemos tirado bien la línea y era fuera de juego de Mbappé. El árbitro ha dicho que Eric García hacía por jugar el balón y que a partir de ahí rompía el fuera de juego. Pero no tiene sentido. No ha querido jugar el balón, ha intentado cortar como cualquier defensa”, afirmó en declaraciones a Televisión Española. Busquets resaltó que España hizo méritos “para no perder”, lamentó que Francia marcara dos goles en un par de jugadas “calcadas” e insistió en que el segundo tanto, para él y para sus compañeros, “parecía fuera de juego desde dentro”. “No queda otra que seguir trabajando y felicitar a los campeones”, añadió.