El FC Barcelona salvó un empate (1-1) ayer en su visita al Eintracht en la ida de cuartos de final de la Liga Europa, un partido más que sufrido para los de Xavi, superados en intensidad por el cuadro alemán e incapaces de sacar su buen momento.

El cuadro culé tuvo que sufrir y, pese a ser inferior en suelo alemán, rascó un buen resultado gracias al tanto de Ferran Torres en el minuto 66. El Barça combinó de primeras y con rapidez, algo que apenas pudo o supo hacer, para hacer el 1-1 y enfriar el ambiente. El conjunto azulgrana venía del infierno turco en la ronda anterior, pero lo de Estambul ante el Galatasaray fue un paseo comparado con lo que se encontró el Barça en Frankfurt. Impreciso en sus pases, cada indecisión la castigó el Eintracht con verticalidad.

La lesión de Piqué en los primeros minutos añadió dramatismo a una noche que pintó fea para los de Xavi, en plena progresión de juego y resultados. Los catalanes sumaron el 14º encuentro sin perder, pero la semana que viene en el Camp Nou tendrán que apretar más, jugar más rápido y cuidar mucho más el balón.

No terminó de romper el Barça, con otra buena triangulación que no encontró a Aubameyang, pero vio enfriarse la noche de la trampa alemana. Los de Xavi ven subir el nivel de esta Liga Europa con la que se ilusionan, con un recordatorio y lección para la vuelta de que para sacar su gran juego lo primero es la actitud.