Alguna vez tenía que salir cara. Y lo hizo de forma agónica, en la tanda de penaltis después de que todo se complicase cuando el partido estaba dominado. Y no solo en la tanda de penaltis, en la muerte súbita de la tanda de penaltis (15-14). España se colgó la medalla de oro en el Mundial por fin ante el coco. Italia había ganado las tres finales que había disputado con España hasta ahora, dos en Mundiales y la de los Juegos Olímpicos de Barcelona tras tres prórrogas. Tampoco la estadística del seleccionador, David Martín, era halagüeña. En su sexto gran campeonato desde que se hizo cargo en 2016 sumaba cinco semifinales y cuatro finales, con derrota en las tres anteriores. Pero en la cuarta llegó el ansiado y merecido oro.

España estaba por detrás de los transalpinos en todos los números salvo en uno: en la portería, donde Unai Aguirre llegaba con un 62% de paradas. Los de Martín comenzaron muy serios adelantándose (0-2) con un gol de contra de Granados y otro que tuvo que validar el VAR de Alberto Munarriz, que anotaba también el tercero. Italia sobrevivía rentabilizando las superioridades, ya que anotaba en tres de las cuatro de las que disfrutó, para dejar el marcador 3-3 al final del primer cuarto. España necesitaba mejorar los ajustes en defensa, con tres paradas de Unai, y afinar su efectividad en ataque (43%).

Unai echó el cierre

En el segundo cuarto aparecieron las dos estrellas de la selección: en ataque Álvaro Granados y en defensa Unai Aguirre. El cañonero metió dos goles y el meta selló la portería con cinco paradas. Todo ello permitió a los de Martín tomar ventaja de nuevo (5-3). Italia rozaba lo antirreglamentario en defensa, lo que castigaban los árbitros con seis expulsiones. Roger Tahull clavó un pase delicioso desde la línea de fondo de Felipe Perrone para colocar el (6-3) con el que se llegaba al descanso. España dejaba a cero a Italia en el segundo cuarto, confirmando que su poderío defensivo eran el mejor camino para llegar al título.

El tercer cuarto arrancó con un gol de Perrone que contestó Marziali para romper la racha de cuatro goles seguidos de EspañaGranados rentabilizaba una doble expulsión italiana para colocar el (8-4) con el que doblaban a la campeona del mundo, que no era capaz de descifrar la defensa española. Cannela marcaba el quinto gol azzurri, también en superioridad. La entrada en juego del portero Nicosia permitió a Italia equilibrar la balanza en el cuarto con sus paradas. Italia vivía de las superioridades, marcando sus seis goles en las nueve ocasiones que tuvo hombre de más en la piscina. Los transalpinos apretaban llevándose el cuarto dos a tres para dejar el marcador 8-6 a falta de un solo cuarto.

Martín pedía a sus chicos cabeza y defensa para el asalto final, tras el cual les esperaba la añorada medalla de oro. Pero el equipo necesitaba recuperar gol arriba, con Granados Munarriz bien tapados por el entramado defensivo italiano. Sin embargo, el cuarto final arrancó con una asistencia de Larumbe que fue palmeada a gol por Martin Famera desde la posición de boya. España abría brecha y se quitaba mucha presión de encima con ese gol. Además atrás seguía defendiendo bien con un Aguirre muy serio. Italia volvió a acercarse con un controvertido penalti señalado por el árbitro por tocar el poste que solicita el tiempo muerto sin tener posesión. Gol italiano que se ponía a dos.

No fue el mejor partido en ataque, donde se desaprovecharon hasta cinco superioridades. Pero el compromiso defensivo de los españoles era decisivo en duelo durísimo en lo físico. Italia trataba de provocar a España para descentrarla. Pero los de Martín trabajaban intachablemente en defensa. Un gol de Dolce a 2:56 del final fue el primero en igualdad de los italianos, lo que les situaba a un solo tanto (9-8). Cada balón valía su peso en oro. Presciutii colocaba el empate, tras un parcial de 3-1 para los italianos, con dos minutos por jugarse. Unai sacaba la mano para darnos una vida más. La última pelota era española. En superioridad, tras sacar Larumbe una expulsión al boya rival, y con 35 segundos. Para la decimosegunda superioridad David Martín preparaba una jugada en la pizarra con Blai. Pero se perdía la pelota y el partido se iba a los penaltis (9-9). España se había dejado dos goles de renta en el último cuarto. Todos con Unai Aguirre.

Lorrio, héroe improvisado

El joven portero español, el más joven del Mundial ya que cumplirá 20 años el día 12, tenía toda la presión sobre él. Felipe Perrone adelantó a España, empató Da Monte. Marcó Álvaro Granados y ¡paró Unai el segundo! Pero Munarriz se topó con la madera y Echenique empató a dos la tanda. Marc Larumbe clavó su latigazo en el cuarto y empató Di Fulvio. El definitivo lo transformó Sergi Cabanas. Todo estaba en las manos de Unai, pero Presciutti no perdonó. Muerte súbita con mismos lanzadores y mismos protagonistas. Salvo en las porterías, donde los seleccionadores decidieron cambiar. Perrone marcó y Lorrio no pudo detener el primer disparo que recibió. Granados anotaba el suyo y le daba otra oportunidad a Edu Lorrio, que ahora sí, paraba el lanzamiento de Cannela y hacía a España campeona del mundo.