Cuando entra en juego el compromiso, el trabajo y la ilusión, las etapas de transición no existen. La medalla de oro de España en el Eurobasket 2022 perdurará en el tiempo como la prueba. Es un oro gigantesco. Un recuerdo imborrable para transmitir de generación en generación. A donde no fue capaz de llegar el talento individual de las grandes estrellas, muchas de ellas dominantes en la NBA como Antetokounmpo (Grecia), Doncic (Eslovenia) o Jokic (Serbia) llegó el deseo de un colectivo empeñado en honrar a su reciente historia con una victoria grandiosa y espectacular frente a la poderosa Francia, una de las grandes favoritas en todas las quinielas (88-76).

La medalla de oro que conquistó ayer la selección tiene un valor incalculable. La generación de Gasol, Reyes, Navarro y compañía, tocó la cima por su enorme talento. Reinó cerca de dos décadas por la enorme clase que atesoraba. La nueva familia ensamblada por Scariolo en tiempo récord, con siete debutantes en el campeonato, ha dinamitado todas las expectativas. Nadie creía en el éxito más allá del vestuario. Pero la fe del grupo fue capaz de mover montañas.

Juancho Hernangómez fue el héroe inesperado de la noche. El factor sorpresa. Acabó el partido con 27 puntos y una serie sensacional de 7 de 9 en triples para completar el mejor partido de su vida. El premio de MVP de la final fue más que merecido. Pero a su lado, fueron apareciendo todos los héroes del equipo de Scariolo: Willy Hernangómez (14 puntos, 8 rebotes), elegido MVP del torneo, Lorenzo Brown (14 puntos y 11 asistencias), Jaime Fernández (13) o Alberto Díaz (8), una vez más fundamental saliendo desde el banquillo. Todos ellos elevaron la prestación de la selección en una actuación sensacional

No existían dudas sobre el gen competitivo de la selección. Pero su puesta en escena y sus primeros 20 minutos superaron cualquier expectativa. España fue un ciclón. Enganchada al arrollador acierto desde el triple de Juancho Hernangómez la selección fue cimentando su confianza hasta vivir momentos de auténtica locura.

El flamante alero de los Toronto Raptors falló su primer triple. Pero luego encadenó seis para disparar las diferencias de la seleccionador hasta los 21 puntos (47-26), mientras el seleccionador Vincent Collet no paraba de mover su banquillo en busca de una respuesta, que no acababa de llegar. Lo intentó con una zona, que Juancho destrozó con su racha de tiro.

Esa tremenda eficacia se conjugó en la selección española con un excelente trabajo de ayudas y anticipación en defensa, negándole el balón a Rudy Gobert, pieza determinante para los esquemas franceses. Y con la aparición también interesante del otro hermano Hernángomez, Willy, en la zona.

Pero el vendaval español acabó por amainar y Francia encontró un respiro a través de Evan Fournier, el alero de los Knicks, responsable principal del arreón francés hasta el final del primer tiempo, un parcial de 0-11, que le devolvió la vida antes del descanso (47-37).

El cambio de escenario devolvió la fuerza al equipo francés que volvió a apretar el marcador con un enorme despliegue físico (51-46) aprovechándose de los escasos minutos de duda que asaltaron a los jugadores de Scariolo. La aparición en esos instantes de Jaime Fernández, con dos triples providenciales seguidos, sin embargo, permitió recuperar sensaciones y presentarse en los últimos diez minutos de nuevo con todo bajo control (66-57) y con una Francia cada vez más nerviosa y con menos ideas.

Solo Evan Fournier y en algunos instantes Heurtel se atrevieron a responder al desafío que planteaba la selección española, intentando volver a engancharse al partido. Pero de nuevo Juancho Hernangómez volvió a aparecer enorme en los últimos minutos para allanar el camino de un triunfo espectacular, inimaginable cuando empezó el torneo, pero absolutamente merecido tras una soberbia final.

Scariolo agranda su propia historia

El palmarés de Sergio Scariolo no ha parado de crecer de forma paralela al de la selección española, hasta el punto de que en este Eurobasket, el técnico de Brescia, de 61 años, se ha convertido en el técnico que acumula más medallas, solo por detrás de Alexander Gomelski, el legendario seleccionador de la Unión Soviética. Gomelski resulta prácticamente inalcanzable en el podio: logró 10, 7 de ellas de oro, al frente de una selección imbatible. Scariolo en este torneo se sitúa con cinco medallas, cuatro de ellas de oro y le permite deshacer el empate que mantenía con Dusan Ivkovic, que también luce tres medallas de oro y una plata. Pero el torneo también reservó un lugar de honor varios de los jugadores de la selección, ya que al margen del MVP de la final para Juancho Hernangómez y del MVP del torneo para su hermano Willy, tanto el propio Willy, pívot de los New Orleans Pelicans, como el base Lorenzo Brown fueron escogidos en el quinteto ideal del campeonato, del que formaron parte también Dennis Schroder (jugador de Alemania) Giannis Antetokounmpo (del combinado de Grecia y Rudy Gobert (de Francia).