atletismo

Ingebrigtsen prolonga la maldición

Sufrió lo mismo que el año pasado: un inglés le arrebató un triunfo cantado

Kerr cruza la línea de meta por delante de Ingebrigtsen y Nordas, ayer, en los 1.500 metros. |  // AGENCIAS

Kerr cruza la línea de meta por delante de Ingebrigtsen y Nordas, ayer, en los 1.500 metros. | // AGENCIAS / David Rubio

David Rubio

Sorpresa monumental en la final de 1.500 en los Mundiales de Budapest con la derrota de Jakob Ingebrigtsen a manos de Josh Kerr en una repetición de lo sucedido el año pasado ante Jake Wightman. Por su parte, Mario García Romo pagó haberse quedado rezagado en una carrera por debajo de 3:30 para terminar escalando a la sexta plaza.

La nómina de rivales era para echarse a temblar, con un Jakob Ingebrigtsen en busca de su primer título universal, ya fuese al aire libre o en pista cubierta tras caer el año pasado ante Jake Wightman en Eugene y frente a Tefera bajo techo. También estaba su compañero de entrenamientos, Yared Nuguse. Y Abel Kipsang o Josh Kerr y Neil Gourley.

En el horizonte, las seis medallas logradas por España en la historia de los Mundiales en la prueba fetiche por excelencia entre las de pista. José Luis González abrió la veda en Roma’87 con una plata histórica tras Abdi Bile, Fermín Cacho logró dos platas (1993 por detrás de Noureddine Morcelli y en 1997 superado por Hicham El Guerrouj), Reyes Estévez dos bronces (1997 y 1999) y Mohamed Katir el bronce en Oregón.

Mario García Romo había asegurado que preferiría una carrera rápida y la presencia de Ingebrigtsen aseguraba un ritmo casi infernal en su deseo de castigar a sus rivales para evitar sustos como el citado de Eugene. La final respondió a las expectativas, con Kipsang tirando con fuerza en el primer 400 (56.03) hasta que le tomó el relevo el menor de los Ingebrigtsen para pasar primero por los 800 (1:54.19) y en el último toque de campana (2:35.89).

Por detrás, a Mario García Romo le costaba y cedía metros que luego le costaría demasiado recuperar. De todas formas, estaba en carrera mientras por delante empezaba a flotar el recuerdo de Eugene. Tan valiente como inteligente, Kerr pareció haber estudiado a la perfección la victoria de su compatriota Wightman. En la última curva empezaba a ver la sombra de una posible derrota. Otra vez en un Mundial por tercera vez. Y así fue. Imperial, Josh Kerr se impuso seguido de Ingebrigtsen y Narve Gilje Nordas, mientras que el salmantino terminaba sexto.