El CRAT es un histórico del rugby femenino nacional. Pero en una temporada tan atípica como la del coronavirus se tendrá que jugar en tres partidos la supervivencia en División de Honor: contra Sanse en Madrid (25 de abril) y frente a Olímpico y Les Abelles en A Coruña (2 y 9 de mayo). “Hemos tenido muy mala suerte”, resume una de las capitanas, Elsa Porto. Y es que al equipo le tocó pasar por dos confinamientos con el consiguiente retraso en la planificación física de unas jugadoras, muchas nuevas, a las que había que conjuntar, y otras con las que se contaba y que ni siquiera pudieron llegar, como las extranjeras. Y a eso hay que sumar una inusual plaga de lesiones. “Ya son siete las titulares que no pueden jugar”, enumera la coruñesa. Ahora hay que dejar todo atrás. Son tres partidos “a muerte” para que el CRAT se quede donde se merece. De los cuatro equipos, dos se salvan. Uno juega promoción. Y el último dice adiós a la categoría.

“Empezamos muy animadas, pero con la mala suerte de las cuarentenas y que estuvieron los gimnasios cerrados. Y eso nos hizo estar con la parte física muy escasa. Además los equipos de Madrid y Sevilla siguieron entrenando como si nada”, resume Porto sobre la trayectoria del equipo. “No hicimos buena pretemporada y eso lo notamos con las lesiones”, analiza y también cree que fue en su contra que se dejaron “bonus por el camino”. Todo les hizo llegar al último partido con pocas opciones de play off. “Y aun así era factible”, comenta sobre el duelo contra el Eibar del fin de semana pasado, “pero mi expulsión totalmente injustificada” sentenció.

“Nos da mucha rabia”, dice sobre que el equipo tenga que luchar por mantener la categoría. Eso sí, parte con cierta ventaja porque empieza con 9 puntos por los 8 del Olímpico, los 7 del Sanse y los 4 del Les Abelles. “Descender no se desciende”, promete la capitana. “Serán tres partidos a muerte y sí que es cierto que este último, aunque lo perdimos, cambió un poco la dinámica. Conectamos más”, reconoce. “Anímicamente el equipo está bien. Este último partido fue un clic. Nos dio esa motivación de empujar todas, darlo todo y sacarlo, para tirar adelante”, anima. Ahora tienen dos semanas para preparar el duelo en Madrid contra el Sanse, al que ya ganaron esta temporada. También al Olímpico. El que se les resistió fue el Les Abelles, colista y recién ascendido: “Les salió un partidazo. Pero tienen que volver. Y será diferente”.

“Nunca me habían expulsado”

Elsa Porto todavía no se explica la expulsión que sufrió el fin de semana en el partido contra el Eibar. Corría el minuto 28 de partido cuando en una acción el juez de línea llamó al árbitro y le señaló la supuesta acción irregular de la jugadora del CRAT, que vio la tarjeta roja. “Yo le intento explicar, el árbitro me dice que no vio nada, que es el linier el que se lo dice... yo no lo podía entender. Me dio una rabia... en mi vida me habían expulsado”, analiza la coruñesa sobre la jugada. “En el vídeo se ve perfectamente que no es ni falta”, señala, pendiente ahora de la resolución de su sanción. “Por algo así serían dos o tres partidos, pero yo creo que quedará en uno, porque el árbitro y el linier después del partido ya lo suavizaron”, dice. Pero la roja ya estaba ahí y no se podía cambiar: “Condicionó completamente el partido porque jugar tanto tiempo con una menos... pero por lo menos sirvió para que todas se unieran más y jugaron a un nivel altísimo”.