La Liga Española y Gallega de raids de aventura arranca el sábado en Cambre, escenario de la prueba Race Vente 21, organizada por el Gallaecia Raid y que también es valedera para el Campeonato de España de selecciones juveniles. Como todas las que se han disputado desde que se abrió la veda para las competiciones deportivas en plena pandemia, las normativas COVID marcarán el desarrollo de la misma. Para empezar, se ha limitado a 90 los equipos que pueden participar y, para evitar aglomeraciones, se dará la salida de forma escalonada cada minuto desde las 10.00 hasta las 10.30 horas. La mascarilla, en este caso resistente al agua, ya es un elemento más.

Se trata de una carrera de orientación en la que los participantes tendrán que afrontar distintas disciplinas para sortear los obstáculos naturales que se vayan encontrando., ya sea a carrera a pie, bicicleta, kayak e incluso rápel. Lo más interesante, además, es que los corredores no conocen el recorrido de antemano y este tampoco está señalizado, por lo que hay que servirse de otros métodos para conseguir la orientación y picar en todas las balizas obligatorias del recorrido. Cada equipo dispondrá un máximo de 13 horas para finalizar la prueba, con participación desde diferentes puntos de España. Eso sí, los que vienen de zonas de riesgo están obligados a cubrir el formulario que las autoridades sanitarias requieren en la comunidad.

Ya hace unos años que los raids de aventuras ven cómo cada año aumenta su participación debido a su espectacularidad por el entorno natural y a unir la dureza de un deporte individual con el compañerismo de un deporte de equipo. Normalmente estos están formados por tres personas y pueden ser completamente masculinos o femeninos, aunque es muy normal que sean mixtos. Con la aparición del COVID, las carreras que transcurren en plena naturaleza se volvieron todavía más populares por la posibilidad de estar al aire libre y en zonas pocas frecuentadas. En el Race Vente 21 la mascarilla no es obligatoria, sí en las zonas urbanas o cuando los miembros del equipo no puedan mantener la distancia de seguridad que exige el protocolo.