Probablemente César Carballeira (A Coruña, 1996) atraviese el mejor momento de su carrera. Su regreso al Liceo, después de un paréntesis de dos años en el Reus, vino cargado de éxitos y a la Copa del Rey ganada en casa, la culminación de un sueño desde la infancia, se añadió la Supercopa de España, que además levantó con el brazalete de capitán. Al coruñés le llega ahora otro premio, la llamada de la selección española para disputar el Campeonato de Europa. Pero antes solo existe el presente. Y eso pasa por el partido del domingo contra el Barça en el Palau Blaugrana.

¿Ha sido una sorpresa la llamada de la selección o se lo esperaba después de la gran temporada?

Yo esperar no me lo esperaba. Sí que es cierto que había hecho una temporada muy buena. Pero también es cierto que hay gente muy buena en mi posición y por eso no contaba con que me llamaran. Yo tenía más o menos claro, o creía, que Eduard Lamas iba a ir. Somos los dos de un perfil muy similar entonces si iba a él, yo me quedaría fuera. Pero al final he sido yo y ahora hay que trabajar mucho para que se vea que esa llamada no es casualidad y que me la merezco.

¿Le quedó una espina después de su última convocatoria?

Sí. Cuando fue el Campeonato de Europa de A Coruña yo estaba en la preselección. Pero entonces empecé con un problema muy fuerte en la espalda y no pude seguir, me tuve que volver. Esto hará que esta vez lo disfrute y lo aproveche más.

Habla de su posición... ¿Cómo se definiría como tipo de jugador?

Yo soy un defensa cerrado.

¿No se supone que en el hockey actual ya no hay posiciones tan marcadas, defensas y delanteros, sino que todos hacen de todo?

Sí que es cierto eso. Pero yo soy un defensa cerrado (se ríe).

Pero cada vez le vemos más al ataque, aunque a veces también llega a portería y titubea.

Si es que todavía no estoy acostumbrado. Me falta acabar de matizar todas esas llegadas. Porque es una pena no meter todos los goles que podría por ocasiones. Es cuestión de trabajo, de confianza. Y cada vez me voy animando más.

Pero, al final, ¿marcar los goles es el trabajo de otros?

Yo ayudo, claro que sí, pero los goles los tienen que marcar otros. Si dependiéramos solo de mí para marcar... lo íbamos a pasar mal.

¿Le está costando al equipo eso, definir para cerrar los partidos, materializar en forma de goles todo el dominio del juego?

Puede ser que lleguemos muchas veces y que para meter un gol tengamos que llegar muchas veces. En los inicios de los partidos estamos siendo una apisonadora e igual no le sacamos provecho a eso. Como contra el Reus. No terminamos de meterla, nos pilló un momento de desequilibrio y ellos lo aprovecharon. Con trabajo y con confianza le dimos la vuelta. Con tranquilidad. Sabemos que somos ocho y que, con nuestro estilo, podemos llevarnos los partidos.

¿Está el Barça más en forma?

También el año pasado parecían embalados y... Yo creo que en partidos como este, no importa lo que hayas hecho antes ni cómo lo hayas hecho. Lo único que importa es el aquí y ahora, el Barça en el Palau. No lo que hayamos hecho los fines de semana anteriores.

¿Después de perder las dos últimas finales, está el Barça más presionado para ganar?

No creo. Tenemos presión los dos. Porque nosotros ganamos las dos finales, pero eso ya forma parte del pasado y de nada nos sirve ahora. Nosotros queremos ganar, porque siempre queremos ganar. Y ellos lo mismo. Somos dos equipos grandes y ese es nuestro objetivo.

¿Que la liga se decida en el ‘play off’, le quita un poco de relevancia al partido del domingo?

Para nada, es lo que digo, lo único que importa ahora mismo para nosotros es el domingo. Ni play off ni nada. Va a ser un partidazo como ya los fueron los del año pasado. Y se decidirá por detalles o por quien cometa menos errores.

El Barça no ha hecho cambios en la plantilla, más allá de que perdieron a Pablo Álvarez, mientras que el Liceo ha cambiado dos piezas. ¿Será por eso un partido diferente a los del año pasado?

Ellos perdieron a Pablo Álvarez pero siguen siendo un equipazo. Nos costó mucho ganarles, claro. Fueron partidos muy duros y este también lo va a ser. Nosotros cambiamos porque se marcharon Fabri (Ciocale) y Franco (Platero) per vinieron Álex (Rodríguez) y Jordi (Burgaya). Lo que hicimos es intentar que los dos se adaptasen a nuestro juego, a lo que ya hacíamos porque éramos ya un grupo y un equipo que estaba hecho. Es lo que estamos intentando. Es cierto que no estamos al cien por cien. Pero queda mucha temporada por delante para lograrlo. A donde hay que llegar bien, es al play off, dentro de unos cuantos meses.

¿Entonces el ‘play off’ sí que modifica o relativiza en cierta manera las urgencias?

No es como el año pasado, que íbamos a todas las pistas con esa presión de que si no ganábamos, el Barça no iba a fallar y ya ganaba la liga. Pero somos el Liceo. Y queremos ganar todos los partidos.

¿Habiendo ‘play off’, conviene el domingo mostrar todas las cartas o guardarse algo?

No tengo dudas. Todas las cartas sobre la mesa. Todo lo que tengamos para poder ganar. No se puede jugar contra el Barcelona a medio gas. Imposible.

Las últimas finales las decidió la pizarra de Juan Copa. ¿Habrá alguna sorpresa?

Él manda el plan y nosotros lo hacemos sobre la pista. Siempre tiene algún plan secreto, alguna sorpresa. Porque siempre está pensando en formas nuevas de hacer daño al rival. Pero aún no hemos hecho la sesión de vídeo. A ver con qué nos sorprende.

Coruñés, juega en el Liceo, levanta títulos, en el Palacio de Riazor, fuera, con el brazalete de capitán... ¿está siendo su carrera mejor de lo que nunca hubiese soñado?

Sí... pero no quiero pensar en ello. Porque todo eso ya pasó. Está muy bien todo eso, pero si te quedas ahí, no sigues mirando hacia delante. Cuando ganamos, estaba en una nube. Pero hay que bajar rápido de ella. Pensar en lo que viene después. Y sobre todo trabajar para volver a ganar un título y ofrecérselo a la afición.

Esa afición que el sábado contra el Reus ayudó a la remontada.

Cuando en el Palacio de los Deportes de Riazor el público se echa encima... es como uno más. Y hay que decir que Sergio Tomé —el speaker del Liceo— también ayuda mucho en eso. Creo que hace un trabajo increíble.

Feliz reencuentro después de un año y medio duro, con partidos incluso sin nadie en la grada.

Poco a poco vamos volviendo a la normalidad y la gente se va enganchando al hockey porque se da cuenta de que hay mucho futuro.