Girona marca el punto de inicio de la segunda vuelta de un Deportivo Liceo (20.30 horas) que seguirá sin poder contar con Maxi Oruste y Jordi Adroher Nanu Castro completa la convocatoria—, todavía sin recuperar de sus respectivas lesiones. Los verdiblancos vieron cómo se aplazaba su duelo de la semana pasada contra el Lleida que les tenía que servir para arrancar la segunda parte de la competición, un partido que finalmente se disputará el miércoles de la semana que viene. Después de este pequeño parón, se multiplican las ganas de jugar, de intentar acercarse al intratable Barcelona, de asentar la segunda posición, de coger carrerilla hacia todos los grandes objetivos que esperan a la vuelta de la esquina. Y esperando guardar fuerzas para los dos retos de la semana que viene: Lleida (miércoles) y Calafell (sábado).

El conjunto catalán está en problemas. Ocupa la penúltima posición de la clasificación y acumula cinco derrotas seguidas. No gana desde el 28 de noviembre del año pasado, cuando se impuso por 2-5 al Voltregá. Y esa había sido solo su segunda victoria del año —la primera fue contra el Caldes—, que unida a dos empates, suman los ocho puntos que luce en su casillero. Pero no por eso será fácil. Ya lo demostraron en la primera vuelta, cuando el Liceo solo fue capaz de vencer por 3-1. En sus filas, dos jugadores que conocen a la perfección tanto a la entidad coruñesa como a sus jugadores como el veterano portero Jaume Llaverola (46 años) y el delantero Álex Grau, gemelo del liceísta Marc y hermano del meta verdiblanco Carles.

Doble jornada de Liceo-Girona frustrada por el coronavirus

Tenía que haber sido una jornada doble de Girona-Liceo, primero el de OK Liga femenina y después el de OK Liga masculina, cuatro horas después. Pero el brote de coronavirus en la plantilla de las chicas provocó un nuevo aplazamiento, como el de la semana pasada contra el Sant Cugat. El COVID ya hizo que el conjunto dirigido por Stanis viajase en cuadro a Voltregá en el primer partido del año, con hasta tres contagios. A la semana siguiente, subió a cuatro el número de casos —siete jugadoras en total que dieron positivo—. Eso unido a las bajas que a lo largo de los últimos meses acumula la formación, como la portera Katy Guscin o las canteranas Andrea Ojeda e Isa Barros, que abandonaron la disciplina, o la lesión de espalda de la capitana Lucía Paz, dejó al técnico sin efectivos ni para entrenar.