María de Valdés abrió la temporada de agua abiertas con la decimosegunda posición en la primera prueba de la Copa de Europa, disputada ayer en Eliat (Israel), donde fue la mejor participante de la selección española. Buen estreno para la malagueña que entrena en A Coruña y compite por el CN Liceo, sobre todo teniendo en cuenta los problemas físicos que arrastró durante unas semanas y que no le permitieron entrenar al cien por cien. Ahora se centrará en el Open de Primavera, que se disputará en Málaga del 9 al 13 de abril y en donde la natación española se repartirá algunas de las plazas para las principales citas internacionales.

De Valdés se mantuvo en todo momento en el grupo de cabeza, pero una montonera que se produjo con el adelantamiento de la prueba masculina la relegó a un segundo grupo, donde además dos rivales le pasaron casi por encima en la misma línea de meta, lo que le privó de entrar en el top diez. Quedó lejos de la ganadora (2:44), una enorme especialista como la brasileña Ana Marcela Cunha, campeona olímpica en Tokio. Pero no solo ella. La carioca celebró su trigésimo cumpleaños con una victoria aplastante ya que llegó a la meta con un minuto y 21 segundos de adelanto con respecto al resto. Nada habitual en las cada vez más igualadas pruebas. Segunda fue la francesa Oceane Cassignol y tercera la italiana Ginevra Tadeucci.

La otra española en liza, la joven Candela Sánchez, se clasificó en la posición 21, ya con diez minutos perdidos con respecto a la campeona. En categoría masculina, el único participante fue el olímpico Alberto Martínez, que no pudo pasar de la vigésimo segunda posición de una prueba ganada por el húngaro Kristof Rasovsky, subcampeón olímpico, por delante de los italianos Domenico Acerenza y Gregorio Paltrinieri, bronce en Tokio. En el podio, dos de los medallistas en los Juegos. Solo faltó el campeón, el alemán Florian Wellbrock. Mucho nivel y buenas sensaciones de la pupila de Jesús de la Fuente para ir apuntando hacia París 2024.