Un heroico Liceo, con María Sanjurjo disfrazada de María Pita, se clasificó para las semifinales de la Copa de la Reina por primera vez en su historia tras eliminar en los penaltis al Vila-sana, anfitrión, líder de la liga y un equipo hecho a golpe de talonario con media selección argentina. Las coruñesas jugaron un partido casi perfecto. En defensa y en ataque. Firmaron goles de galería, se repusieron al golpe de recibir dos tantos en medio minuto que les condenaron a la prórroga (3-3); a la sangre de Sanjurjo, a la lesión final de Alba Garrote, su mejor tiradora de penaltis justo antes de empezar la tanda definitiva tras un gol para cada bando, el rival con un penalti muy dudoso, en el tiempo añadido. Nada parecía corroer la moral de un equipo con el sello Stanis García y que mañana (11.00 horas) necesitará una nueva gesta. Espera el Palau, media selección española y que viene de ser campeón de Europa.

Es el único grande al que le falta por ganar este año. Qué mejor ocasión. Por lo visto ayer, también tendrá que tener mucho cuidado el Palau. El partido contra el Vila-sana empezó loco. En la primera jugada, pase de Alba Garrote a María Sanjurjo y esta batió a Laia Navarrete. Solo habían corrido diez segundos de tiempo. A la coruñesa le tocó ser protagonista positiva y después, negativa. Porque ya en el segundo minuto vio una tarjeta azul. En el mano a mano entre Viky Caretta y Luchi Agudo, la argentina mandó la bola al palo en la directa, le cayó el rechace y a la segunda pudo con la italiana.

Con este estreno, todo lo que viniera a continuación parecería una bajada de ritmo. Pero los dos equipos siguieron atacando. Se esperaba un partido más defensivo del Liceo y no se dedicó a plantar el autobús delante de su portera. El Vila-sana, que no está acostumbrado a que no le dejen correr ni mandar, sufría y el Liceo le pillaba la espalda. Así llegó el segundo, una genialidad de Adriana Soto. Las verdiblancas llegaban al descanso por delante en el marcador.

Y volvieron con las ideas claras, con María Sanjurjo ejecutándolas con el tercero. El Vila-sana reaccionó. Cambió de defensa y en medio minuto empató liderado por Agudo. La argentina tiró y su compatriota Valentina Fernández desvió para despistar a Caretta. Y acto seguido se inventó una jugada para empatar. El Liceo encajó el mazazo. Había que volver a empezar. Pero estaba en el partido y ese era su plan. Adriana Soto en un mano a mano pudo haber evitado la prórroga, como también tuvo su ocasión el Vila-sana que se estrelló en el palo.

En el tiempo extra las coruñesas rozaron la gloria con una obra de arte hecha gol de María Sanjurjo, que había vuelto tras recibir un golpe en la cara con sangre que necesitó atención. Pero un dudoso penalti, que ejecutó Felamini, les dejó con la miel en los labios, un sabor que se amargó con la lesión de Alba Garrote en el último segundo, pero que endulzó la tanda de penaltis. Marcaron Soto y Gaete, que volvía milagrosamente con una recuperación récord de una doble operación en los gemelos. Caretta paró hasta cuatro. "Si no es la mejor portera del mundo, es de las mejores", avisaba en la previa Stanis. Tiempo ahora para lamerse las heridas. Toca el doble campeón de Europa.