Paula Otero competirá el martes en su segunda final del Campeonato de Europa que se está disputando en Roma. La nadadora coruñesa firmó ayer el octavo mejor tiempo de las eliminatorias en los 1.500 metros libres con 16.30.78. Ya lo había hecho en los 800 en la primera jornada, en los que acabó séptima, y estará en la lucha por las medallas igual que la otra española, Ángela Martínez, que finalizó con el quinto registro de las participantes. Ambas serán además las más jóvenes entre las ocho elegidas y Otero es, de momento, la única de la delegación española presente en dos finales individuales —hasta ahora lo consiguieron Joan Lluís Pons en 400 estilos, África Zamorano en 200 espalda, Alba Vázquez en 400 estilos y Jessica Vall en 200 braza—.

La representante del CN Arteixo, de 18 años, nadó en la última de las tres series de la mañana. Y ya sabía lo que tenía que hacer porque la segunda la había ganado la italiana Martina Caramignoli (16.24.84) por delante de su compañera Martínez (8.25.19) y de la belga Alisee Pisane (8.26.20), con el resto ya a mucha distancia y por lo tanto, esos tres eran los tiempos de referencia. Así que, calculando, eran unos registros asumibles ya que su mejor marca personal es de 16.11 —en el Campeonato de España había hecho 16.35— y le llegaba con acabar en la quinta posición de la suya.

Pero no tuvo suerte en cuanto a cómo se desarrolló su carrera. Porque se quedó demasiado sola prácticamente desde el comienzo. Con la italiana Simona Quadarella, la gran favorita, destacada desde el metro uno (16.05.61), y con la húngara Viktoraia Mihalyvari (16.09.87) y la portuguesa Tamila Holub (16.24.03) un peldaño por encima de la coruñesa, las que iban a su ritmo eran la otra lusa, Diana Durães y la polaca Paulina Piechota, pero por la calle dos y uno, respectivamente, estaban muy lejos de ella, que iba por la seis.

Tuvo que nadar prácticamente en solitario y aun así, hasta los 1.000 metros, cuando se puso cuarta, llevaba parciales similares a los de las mejores de la serie anterior. Pero sufrió una pequeña crisis que duró unos 300 metros y sus rivales del otro lado de la piscina le pasaron y amenazaban con dejarle en la sexta posición de la serie, novena plaza en el general. En esa situación, sacó fuerzas de donde no las tenía para unos 50 metros finales muy rápidos. No le llegó para pasar a Durães (16.29.03), pero con 16.30.78, sí superó a la polaca (16.31.69) para acabar quinta en su eliminatoria y octava en el sumario.