2-4 | El Liceo se lo cree

Cuarta victoria seguida del Liceo, que al menos provisionalmente, duerme tercero de la OK Liga a la espera del Calafell y el Voltregá. Los coruñeses continuaron con su remontada al imponerse por 2-4 en la pista del Caldes en el que fue su tercer triunfo fuera de casa de la temporada. Tuvieron que remontar, eso sí, y se encontraron con una especie de susto final, aunque sin demasiado peligro. Con solidez atajaron el problema para pensar ya en el duelo contra el Lleida del próximo fin de semana.

Los fantasmas de la primera vuelta, en la que el Liceo perdió seis de sus siete partidos lejos del Palacio, sobrevaloraron la Torre Roja cuando a los siete minutos Biel Pujadas, en una gran acción individual, se fue de Dava Torres y definió a la perfección frente a Martí Serra. Los verdiblancos se veían por detrás en el marcador, pero ya no son los mismos que en el primer tramo del curso y solo tardaron catorce segundos en demostrarlo. César Carballeira está de dulce y, en una rápida combinación, remató al primer toque directo a la red de Arnau Martínez. Su gol número 24, el undécimo en los dos meses que van de 2024.

Arnau Xaus, primera apuesta del Liceo

Remontada

Martí Serra se afanó en cada ataque local y eso permitió que la superioridad se plasmase del juego al marcador con un remate semiacrobático de Sito Ricart, mientras caía al suelo. La ventaja pudo aumentar con un par de ocasiones claras de Tombita, que no acertó, pero sí, ya al filo del descanso, su compatriota Guido Pellizzari, que se estrenó como goleador con la camiseta verdiblanca al pillar en el aire una bola que Torres había levantado en el área.

El trabajo silencioso de Guido Pellizzari

Si el 1-3 parecía claro, más se le puso el partido de cara al Liceo en el inicio de la segunda parte con el cuarto, de Dava Torres, que engañó y encontró el hueco frente al portero. Pero los coruñeses han sido especialistas este curso en pegarse tiros en el pie. El de este choque llegó en forma de tarjeta azul a Fabrizio Ciocale. Marc González se hartó a ganchos para batir a Serra en la directa. Se abrió un nuevo partido en el que cualquier paso en falso supondría suponer meterse en problemas. El equipo se aferró entonces a la solidez defensiva desde la que sofocó cualquier conato de incendio e incluso pudo ampliar la ventaja.