Rugby - Liga Iberdrola

Una revancha que vale una Liga para el CRAT

Se mide en la final al Majadahonda, contra el que perdió hace un mes la Copa

La plantilla del CRAT, en el último entrenamiento antes de la final.

La plantilla del CRAT, en el último entrenamiento antes de la final. / Germán Barreiros / Roller Agencia

Cinco años después, el CRAT Residencia Rialta vuelve a una final por el título de la Liga Iberdrola. Ya tiene dos en sus vitrinas, los conquistados en 2015 y en 2019. El campo de Valle del Arcipreste será el escenario a partir de las 12.00 horas de la lucha por el tercero. Será contra el Majadahonda. De nuevo. Las coruñesas ya perdieron hace poco más de un mes la final de la Copa RFER frente al mismo rival. Una doble derrota porque en el partido, además, se lesionó su líder Mariana Romero, una de las bajas importantes para el encuentro, que además de ofrecer a las de Arquitectura la posibilidad de revancha, enfrenta a los dos mejores equipos de la temporada. Los que han jugado mejor al rugby. Y los que han estado un peldaño por encima del resto. Con estilos diferentes. Más cómodo con el juego de mano en el caso de las gallegas. Buscando las patadas en carrera en el caso de las madrileñas. Pero un sinfín de recursos en ambos bandos lo que hace que, además de lo mucho que está en juego, que es ser campeonas, sea el mejor partido de rugby que se puede ver hoy en día.

La plantilla del CRAT, en el último entrenamiento antes de viajar a Madrid para disputar la final de la Liga. |  // GERMÁN BARREIROS/ROLLER AGENCIA

Judit Hernández, Alba Lalín, Ana Iglesias, Alicia San Martín, Elsa Porto y Maitane Buján, junto a Mariana Romero (lesionada), las supervivientes del título ganado en 2018 por el CRAT. / Germán Barreiros / Roller Agencia

El CRAT lleva un lustro esperando por esta oportunidad. Ha pasado unos años complicados, sobre todo en la pandemia y la resaca posterior, un tiempo en el que incluso hubo temporadas en las que tuvo que luchar por evitar el descenso. Pero siempre estuvo ahí, trabajando para volver a verse en una situación como esta. Y es que el club coruñés es, por derecho propio, uno de los bastiones nacionales del rugby femenino desde hace más de una década. Porque antes de que llegara su primer título en 2015, ya había llamado a las puertas del mismo unas cuantas veces, siempre chocando contra el mismo rival, el INEF de Barcelona, que dominó los primeros años de competición. Y cuando llegó el CRAT al trono, para lo cual tuvo que derrotar al Getxo en la final, tuvo que esperar cuatro años para repetir éxito. Fue en 2019, precisamente con el INEF de Barcelona enfrente en la final, cuando las coruñesas volvieron a tocar el cielo con su segunda corona.

De aquel equipo sobreviven siete jugadoras en la plantilla actual, además de Pablo Artime, el entrenador, que hace cinco años compartía banquillo con Helena Roca y este curso lo hace con Pablo Chorny. La venezolana Mariana Romero, que hace cinco años marcó uno de los ensayos decisivos y que sentenció la final, no podrá estar en el campo por una lesión grave de rodilla, pero sí jugarán Elsa Porto, una de las más destacadas de las semifinales de la semana pasada; Alba Lalín, el otro timón del equipo; Ana Iglesias, la especialista en los tiros a palos; Alicia San Martín, talento gallego y una de las fijas en el quince inicial; Judit Hernández, que acaba de ser internacional en el Campeonato de Europa con la selección española; y Maitane Buján, otra pieza fundamental para los entrenadores del club de Arquitectura. Siete veteranos que intentarán mostrar el camino a un grupo que destaca por su cohesión.

El Majadahonda, plagado de jugadoras de la selección nacional, además de intentar revalidar el título que ya levantó el año pasado, busca el pleno. Porque este curso ya se proclamó campeón de la Supercopa, de la Copa Ibérica y de la ya citada Copa RFER. Se trata de un equipo muy completo. En la primera fase de la competición, fue segundo con 28 puntos, superado por un CRAT que tuvo un desempeño casi perfecto. Sin embargo, el duelo entre ambos se lo llevaron las madrileñas. Estas remontaron en la segunda fase, en la que acabaron primeras por delante de las coruñesas, con más problemas, pero que cerraron a lo grande precisamente con victoria sobre su máximo rival —estaban empatados a una victoria cada uno hasta la final de Copa, que puso el 2-1 a favor de las de la capital en este tanteo particular—.

La primera y la segunda posición garantizaron a los dos un puesto en las semifinales, ahorrándose el desgaste de los cuartos de final. En la penúltimo ronda, el Majadahonda se deshizo del Sant Cugat por 27-17, mientras que el CRAT pudo con el Barça por 24-15 en un partido de menos a más en el que tardó en aparecer el poderío de su delantera, pero cuando lo hizo, fue letal. En ella deben creer para que le lance hacia su tercera liga.

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