Poco más de un año después, el Deportivo se vuelve a citar con la historia. La temporada pasada lo hizo firmando una de las noches más tristes de su centenaria vida, y hoy puede emborrachar de felicidad a una ciudad volcada con su equipo. Pero para que la fiesta sea completa, los analistas de LA OPINIÓN dan las claves para que la celebración no se atragante.

"Verlo (al equipo) ya en Primera es algo que aún no debemos decir, tenemos posibilidades muy grandes y creo que va a ser un día especial, pero no me gusta comentar algo si aún no está hecho", admite Carlos Ballesta, extécnico blanquiazul. Espera, no obstante, que hoy sea el "día definitivo", ya que cree que el equipo está en el "buen camino".

Ballesta incide especialmente en el factor psicológico como algo que deben de tratar de controlar los jugadores deportivistas. "Este tipo de partidos te cambian la forma de pensar, a veces el contexto juega a favor y otras en contra. Los futbolistas suelen salir muy metidos en este tipo de encuentros, sobre todo si las cosas se dan bien. En caso contrario, la situación puede jugar en contra", advierte.

Riazor se presenta como un escenario inmejorable para sellar la vuelta a Primera y el exentrenador pide al conjunto que continúe con la "misma línea". "Tiene una fortaleza importante y aunque pueda haber dudas, suele resolverlas siempre que juega en casa", dice.

Asimismo, reseña que no hay "mayor motivación que la del equipo que quiere ascender". "Es el sentimiento de un jugador de elite que puede jugar en Primera, el de una afición, el de una ciudad...".

Por su parte, el técnico del Laracha, Manuel Mosquera, apunta que el encuentro será de "los futbolistas". "Está todo atado solo hay que certificarlo", comenta. Para él, el conjunto blanquiazul tiene que "salir bien desde el primer minuto", pero matiza que los jugadores tienen que controlar la ansiedad. "No hay que matar el gol en el primer minuto, sino tratar de madurar el partido. Comenzar muy fuerte, sin conceder al rival ningún tipo de opción, que se vea que solo hay un equipo", declara. Por su parte, el entrenador nacional Rodríguez Vaz considera fundamental que los futbolistas salgan "fuertes y no atenazados" y, pese al ambiente de fiesta de la ciudad, traten de afrontar el partido como si fuese "uno normal, no una final".

Vaz afirma que el único rival del Deportivo en este encuentro es sí mismo y pide que todos los futbolistas estén "al cien por cien". Mientras Javier Bardanca, técnico del Silva, cree que los blanquiazules deberán "controlar la ansiedad" que tendrán de querer "marcar primero". "Si tienen el control del balón como suele pasar en casa no habrá problema, pero el Dépor debe dominar otros elementos", indica.