Primero fue su irrupción en el primer equipo después de que la temporada pasada se depositasen en él grandes esperanzas tras un prometedor estreno con un Dépor en horas bajas. Después llegó la primera llamada de la selección sub 21, que lo confirmó entre los valores de futuro del fútbol español, y ahora la confirmación de que tendrá una plaza por derecho propio entre la primera plantilla deportivista las próximas temporadas.

Aunque Pablo Insua se había ganado con sus méritos un puesto en los planes de Fernando Vázquez, que lo ha empleado en todos los partidos esta temporada salvo en el que no estuvo disponible por la convocatoria de la sub 21, todavía se desempeñaba con una ficha de jugador aficionado.

Los diez encuentros que ha disputado esta campaña -nueve de Liga más uno de Copa- le garantizan sin embargo un contrato profesional para el curso que viene en cumplimiento del acuerdo de renovación que se alcanzó con el joven jugador.

Esta medida resuelve por anticipado la continuidad del que quizá sea el futbolista de la plantilla con mayor proyección y al mismo tiempo coarta a los que se sientan tentados de seducir al canterano con una oferta que no lleve aparejada una compensación para el Dépor.

Esta posibilidad ya sobrevoló al canterano cuando todavía se encontraba en edad juvenil y se especuló con la posibilidad de que clubes como el Manchester City o el Valencia estuvieran interesados en hacerse con sus servicios. Por aquel entonces, el club movió ficha y se aseguró la continuidad de su promesa en unas condiciones que facilitaban su evolución futbolística en las categorías inferiores del Deportivo.

Así tuvo primero un papel destacado en los juveniles y después en el Fabril que le valió una llamada de la selección sub 19 que se proclamaría campeona de Europa en el verano del año pasado. Después llegarían sus primeros entrenamientos con el primer equipo y su debut en un partido disputado contra el Athletic Club en San Mamés. La decepcionante temporada del conjunto blanquiazul terminaría por ensombrecer su irrupción, pero Vázquez aseguró durante la pretemporada de este curso que confiaba en la progresión del defensa.

Esa seguridad en las capacidades y el carácter de Insua fue lo que empujó también al club a contraatacar para contrarrestar el posible interés de otros equipos por contratarlo a una edad todavía muy temprana.

Aunque en 2010, cuando otros equipos se fijaron en él, tenía contrato en vigor por cuatro años, éste era como aficionado. El club se guardó la posibilidad de ampliarlo tres años más siempre y cuando fueran con el primer equipo y disputase un mínimo de diez partidos. La condición se ha cumplido e Insua ha escalado un peldaño más.