La policía mantiene aún abierta la operación Neptuno para esclarecer lo ocurrido en la pelea entre ultras del Dépor y de Atlético de Madrid del 30 de noviembre. El número de detenciones llegó ayer a 41, con los cuatro radicales del Sporting de Gijón y otro hombre en Madrid. Un goteo que, según fuentes de la investigación, podría continuar después de que ya hayan sido arrestados dos de los presuntos autores materiales de la muerte del miembro de los Riazor Blues, Francisco Javier Romero.

Tras los 36 detenidos del martes en Madrid y provincias cercanas, ayer la policía se llevó a los calabozos a una persona más en la localidad madrileña de Parla. En espera de que pasen a disposición judicial, los detenidos permanecían ayer en las dependencias policiales de la Brigada Provincial de Información de Moratalaz, en Madrid. Entre ellos, un taxista de Parla, Ismael L.P., y un joven de 21 de años de Alcobendas, considerados dos de los presuntos autores de la muerte.

Y también continuaban en esas dependencias un soldado de la Unidad Militar de Emergencias (UME), quien, según indicaron a fuentes militares, había solicitado permiso el fin de semana que ocurrieron los hechos para irse a París. Al parecer, este soldado había cedido su abono del Atlético de Madrid a un amigo.

Otro de los detenidos es un agente de la Guardia Civil destinado en el puesto de la localidad madrileña de Rivas-Vaciamadrid desde 2011. J.L.B., de 33 años, es originario de Huelva e ingresó en el Instituto Armado en 2008. El día de la reyerta en Madrid Río, en las inmediaciones del estadio Vicente Calderón, este agente no trabajaba, según las mismas fuentes, que han precisado que tras su detención se le abrirá el expediente interno correspondiente.

Tres menores de edad y una mujer figuran también entre los 41 detenidos por la policía, que ha tenido que visionar numerosas imágenes cedidas, muchas de ellas anónimamente, por los vecinos de la zona para poder practicar los arrestos.

Con el cotejo posterior con imágenes de los ultras en las gradas durante algún partido de fútbol, así como con las identificaciones de los miembros de las Unidades de Intervención Policial (UIP) y las propias manifestaciones de ultras, se ha podido ir concretando quiénes participaron de forma más directa en la batalla.