El Deportivo fue el lunes en Vallecas algo más allá de simplemente confirmar las ilusiones que habían despertado sus dos primeros partidos del campeonato. Al equipo de Víctor Sánchez del Amo le salió un partido redondo, brillante por momentos, y con un rendimiento colectivo que dispara las esperanzas depositadas en la temporada. Un vistazo a la clasificación, por mucho que hayan transcurrido tan solo tres jornadas, confirma el buen arranque de los deportivistas, que figuran como uno de los únicos siete equipos que se mantienen invictos. Tan solo han encajado dos goles, de los que menos junto a Barcelona, Atlético, Eibar y Valencia. Todo ellos son síntomas de un conjunto con aire renovado que anteayer ante el Rayo Vallecano se destapó.

EExpectativas superadas. Los empates ante Real Sociedad y Valencia habían dejado un buen sabor de boca, pero la actuación del lunes superó cualquier expectativa. Fue una victoria incontestable, sin paliativos, y que representa un espaldarazo para el proyecto deportivista de este curso. El equipo no solo corrigió las lagunas evidenciadas en los dos primeros partidos, sino que mejoró aquellas virtudes que ya había mostrado.

EUn equipo ambicioso. Hubo una jugada que constató la tremenda ambición que mostró el Deportivo ante el Rayo. Después de encajar el tanto del empate, en lugar de descomponerse y sufrir un decaimiento en su juego, el equipo mantuvo la filosofía con la que había saltado al estadio de Vallecas. Enseguida se lanzó al ataque para recuperar la ventaja y lo consiguió nada más sacar de centro. Hasta cinco jugadores estaban en el área contraria cuando Luis Alberto colocó el 1-2 en el marcador.

ECon los deberes hechos. Si algo transmitió el Deportivo el lunes fue preparación. Los jugadores se tenían aprendida la lección al pie de la letra y apenas dejaron nada a la improvisación. Sabían al dedillo cómo juega el Rayo Vallecano y siempre dieron la sensación de ir un paso por delante. Tan solo al comienzo del encuentro a los blanquiazules se les atragantó el empuje de los madrileños. Después frenaron el habitual ímpetu ofensivo de los de Paco Jémez con una presión adelantada encabezada por Lucas Pérez, pero muy solidaria también por parte del resto del equipo. El rigor defensivo y la disciplina táctica hicieron el resto para anular por completo al Rayo durante el resto del encuentro.

ESin apenas borrones. El único error de concentración de los deportivistas estuvo en el tanto del empate de los vallecanos. Mosquera no despejó de manera adecuada un balón al borde del área y eso le costó la igualada a los coruñeses. Víctor Sánchez del Amo, sin embargo, encontraría otra tacha en el rendimiento de los suyos, aunque se mostró muy satisfecho con el partido a nivel colectivo. El técnico deportivista apuntó que se podrían haber anotado más goles y lamentó la falta de efectividad de cara a la portería en relación con las ocasiones contabilizadas por sus futbolistas.