El Deportivo pasó por Anoeta el domingo como quien apura las jornadas de trámite en las que se instalan dos tercios de los equipos de la categoría cuando se alcanzan estas alturas de la temporada. El equipo se comportó como si ya no le quedara más que descontar jornadas hacia el final del curso, como si ya no tuviera que restar puntos hacia la salvación. La imagen contra la Real Sociedad Real Sociedadcoloca a la plantilla en una situación incómoda frente a unos aficionados que volvieron a mostrar su descontento ante la enésima actuación decepcionante. Solo el rendimiento de los equipos inmediatamente por detrás de los deportivistas ofrece consuelo en el escenario actual. Los resultados de los perseguidores sostienen al conjunto de Pepe Mel en circunstancias tan pésimas como las de Anoeta mientras algunas voces dentro del vestuario solicitan comprensión. La oportunidad de resarcirse la tendrán mañana mismo ante un Madrid nervioso ante la posibilidad de verse descabalgado de la Liga.

► Un desafío posible. "Qué mejor partido, contra un grande, para dar la vuelta a la situación, porque el domingo jugamos bastante mal", manifestó ayer Andone sobre la visita del conjunto blanco a Riazor. Sería una campanada más para los blanquiazules, incapaces ante equipos en su misma situación pero revitalizado frente a los grandes. El Deportivo decepcionó ante Granada o Leganés, pero se impuso al Barcelona en RiazorBarcelona y rescató un empate ante el Atlético en el estreno de Mel en el banquillo. La plantilla se agarra a esos precedentes antes de recibir a los blancos. "Yo personalmente le tengo muchas ganas porque para mí es el mejor equipo del mundo y me gusta competir contra ellos, ya pierda, empate o gane", aseguró Andone. "Queremos estar en el campo, la gente tiene ganas para decir: 'Nosotros también podemos, somos buenos'. En el vestuario ya se está hablando del partido, lo esperamos nerviosos, con muchas ganas, con actitud para ganar", añadió.

► Mucho por mejorar. Para cuestionar al Madrid, el Deportivo tendrá que mejorar en mucho con respecto a su actuación ante la Real Sociedad. Deberá acercarse a su máximo rendimiento y esperar que decaiga el del conjunto de Zidane, pero a la vez deberá desterrar la imagen que dejó en Anoeta. Pepe Mel reconoció nada más finalizar el partido que había sido su peor primera parte desde que se hizo cargo del equipo. Flojo en defensa y sin constancia en ataque, el equipo blanquiazul transitó por el encuentro sin alma. Llegó casi siempre tarde a todas las acciones y no encontró continuidad con la pelota a pesar de que el técnico deportivista volvió a contar con Emre Çolak en la alineación. El rendimiento del turco, hasta no hace mucho la única luz entre la oscuridad que representaba el juego del equipo, ha decaído hasta volverse intranscendente.

► ¿Cuestión de actitud? Da la impresión de que Emre Çolak se ha contagiado de la depresión que atraviesa un equipo que no terminan de encontrar confianza en lo que hace. La tuvo de manera fugaz tras la llegada de Mel, pero el efecto del madrileño se ha ido evaporando con el paso de las jornadas. Resulta complicado así deducir si los problemas del equipo provienen de una supuesta indolencia o falta de actitud o estos son consecuencia de las dificultades que ha atravesado todo el curso para obtener réditos de sus actuaciones. Pocas veces encontró el Deportivo premio a sus méritos, por eso desde la plantilla rechazan que se les acuse de pasividad o ausencia de entrega. "No hay jugador al que le guste que su afición le pite. Somos los que somos, damos lo que podemos dar, no hay un jugador que salga al campo a pasearse, sino con la mejor actitud por nuestro propio orgullo, el equipo, la afición, nuestra familia, nuestra novia y amigos. No perdemos ni jugamos mal a posta, todos tenemos que estar unidos", argumentó ayer Florin Andone sobre el descontento reinante entre los aficionados.