El Deportivo busca fuerza y potencia en el mercado, un futbolista que imponga al rival y al mismo tiempo transmita seguridad a sus compañeros, alguien con "pierna dura", que es quizás la principal carencia del equipo blanquiazul. Ese tipo de futbolista normalmente está asociado al centro del campo, a esa sala de máquinas en la que se genera el fútbol propio y se destruye el del adversario, zona en la que Pepe Mel quiere a cuatro futbolistas de los que ya tiene el nombre: Gulherme, Celso Borges, Pedro Mosquera y Valverde.

"Tal como existen futbolistas que dirigen el juego de un equipo desde la banda, como fue el caso de Fran -y el más reciente de Babel-, hay jugadores que pueden aportar carácter y fuerza a un equipo sin que tenga presencia en el centro del campo", afirman desde el club blanquiazul. "Scaloni podría ser un ejemplo de lo que quiere el Deportivo", asegura un conocido agente de futbolistas. El equipo blanquiazul cuenta con futbolistas con "buen pie", como solía decir Víctor Fernández para referirse a jugadores tipo Medunjanin, pero le falta alguno de "pierna dura".

La actual plantilla cuenta en la medular con jugadores competitivos, pero ninguno imprime esa carácter que buscan los técnicos. Cualquiera de los tres del año pasado -Guilherme, Borges y Mosquera- son hombres de toque (buen pie), pero que adolecen de esa "pierna fuerte" necesaria en todo equipo, sobre todo en aquellos que, como el Deportivo, tienen como objetivo la permanencia. Incluso en la zaga falta esa pierna dura. Tampoco es Barboza un ejemplo de ese tipo de fútbol a pesar de proceder el fútbol argentino. Quizás Arribas y Navarro sean los que más se acercan a ese tipo.

Con el centro del campo saturado -además de los futbolistas de la primera plantilla también está citado Edu Expósito para realizar la pretemporada- quedan las bandas, la portería y el ataque por cerrar. Uno de ellos será el líder que quiere el club. La situación cambió en las últimas 48 horas, tras el acuerdo del Deportivo con Abanca, que permitió a la entidad blanquiazul liquidar la deuda privilegiada con Hacienda, y ahora la dirección deportiva dispone de unos cuantos millones más para reforzar la plantilla. Un pequeño margen para fichar a esos dos "futbolistas que marquen las diferencias" que se buscaba desde Riazor.

Uno de los llamados a cumplir ese rol es Fede Valverde -el 22 de julio cumplirá 19 años-, un uruguayo formado en su país, competitivo y aguerrido, y con grandes dosis de calidad, pero su juventud le impedirá encarnar el papel de líder y su tipo de fútbol tampoco es lo que está buscando el club blanquiazul. Sigue siendo uno de esos futbolistas de "buen pie", que tiene buen gusto por el trato con el balón. "Ya es hora de tener a un par de futbolistas que jueguen menos y peguen más", decía ayer una fuente del club. "Los equipos pobres tenemos que morder siempre", explicaba un veterano socio blanquiazul.

Y en esas anda la dirección deportiva, además de tratar de convencer a David Soria -portero del Sevilla- y de encontrar un delantero que acompañe a Andone. Aunque el nombre de Lucas Pérez y su posible regreso suene desde hace tiempo, los técnicos buscan en el mercado a un atacante que cumpla las exigencias de Mel. Tampoco descartan el regreso del delantero de Monelos, especialmente si sale alguna de los futbolistas con caché. El principal candidato es Sidnei, que deja abierta la puerta a la llegada de Barboza; también Çolak podría abandonar el club. Cualquiera de los dos dejaría una cantidad importante de dinero. Aunque también es verdad que en las últimas 24 horas futbolistas que deseaban salir ahora se plantean continuar.