Laureano Sanabria, Laure, se despidió esta mañana del Deportivo tras una década en el club. Emocionado e incapaz de evitar las lágrimas, el lateral derecho puso punto y final a su etapa blanquiazul después de acordar con el club la rescisión de su contrato. A partir del curso que viene jugará en Segunda División, en las filas del Alcorcón, donde ha firmado por tres temporadas.

Atrás quedan más de 200 partidos disputados con la camiseta deportivista en un total de diez campañas en las que logró convertirse en uno de los jugadores más representativos del equipo. Capitán y uno de los futbolistas más queridos por la grada, su peso en las alineaciones fue sin embargo decayendo en las últimas temporadas. En la pasada tan solo disputó siete partidos de Liga y su ambición era seguir "compitiendo". Por eso acordó una salida amitosa con el club, aunque no por ello menos dolorosa. "La intención es buscar la mejor de las situaciones para el club y para mí. Es un hasta luego. El año pasado no jugué mucho y quiero jugar, tengo hambre de jugar, de competir y de seguir jugando. Aquí no puede ser", expuso.

La emoción le impidió al madrileño leer la carta de despedida que tenía preparadacarta de despedida , pero dejó de manifiesto su agradecimiento al club, a la afición y a los compañeros con los que ha compartido vestuario en estos años. "Uno de los momentos más emotivos es la despedida. Llevo desde ayer despidiéndome de mis compañeros, sobre todo porque he entregado el alma aquí, sabiendo que te tienes que ir, pero es lo mejor", destacó en la sala de prensa de la ciudad deportiva de Abegondo rodeado de sus compañeros Alejandro Arribas, Pedro Mosquera, Fernando Navarro y Álex Bergantiños, además del director deportivo, Richard Barral, y del consejero Daniel Ramos.

Aunque superado por la emoción, Laure Laure considera que tanto él como el club han tomado la mejor decisión para que el club avance hacia nuevos objetivos y pueda afrontar el crecimiento que se busca desde los despachos. "Doy un paso a un lado para que el club siga creciendo, para que busque gente joven y gente de la casa", reflexionó.

El madrileño, sin embargo, confía en regresar algún día a la que ha sido su casa los últimos diez años. "Mi idea es un hasta luego. Estoy muy agradecido al Deportivo en todo, confió siempre en mí", destacó antes de que las lágrimas volvieran a impedirle continuar con su despedida.