Un grave error de Álex Cobo declinó el miniderbi de ayer en Abegondo entre el Fabril y el Celta B. El portero blanquiazul había atrapado, aparentemente, un balón largo, pero de repente el esférico apareció por detrás de su cuerpo tras írsele de las manos y colársele entre las piernas. Eckert solo tuvo que empujar para aprovechar el regalo.

Con ese solitario tanto el equipo vigués se hizo con el triunfo y se encaramó a lo más alto e la categoría en un partido trabado y muy peleado por los futbolistas de ambos equipos, a pesar de que el ritmo fue más bien lento, debido al excesivo calor que había ayer en Abegondo.

El Fabril comenzó mejor, más incisivo y empujado por la brega del uruguayo May, uno de esos delanteros que intensos que son un incordio durante todo el partido; el Celta B sufría, pero acabó ajustando las marcas atrás mientras que Rai se hizo con el control del medio del campo, fue cuando el cuadro vigués se convirtió en el dominador del juego.

Tuvo el Fabril sus oportunidades, a pesar de todo, pero los atacantes del equipo e Tito Ramallo se encontraron ayer con un inspirado Iván Villar, que desbarató las llegadas de los atacantes blanquiazules. Villar mantuvo a su equipo, todo lo contrario que le sucedió al filial blanquiazul, ya que el error de Álex Cobo en el minuto 66 decantó la balanza para el rival.

Un duro golpe para el Fabril que desde ese momento pareció salirse el partido a pesar de las modificaciones que introdujo Tito. Los futbolistas no supieron encajar el golpe, quizás por exceso de celo y por lo que ya saben que suponen este tipo e partidos.

Con este resultado el Fabril está en la zona baja de la tabla con un solo punto, mientras que los celestes dominan la clasificación con seis puntos en dos jornadas y, además, con su portería a cero.