A Riazor todavía le faltan algunos detalles para lucir su imagen definitiva tras la reforma de las cubiertas, pero al menos ayer ante el Reus ya no hubo que recolocar a ningún socio debido a las obras. Con reubicaciones o sin ellas, el estadio deportivista se mantiene como un fortín para el equipo, que tan solo ha cedido un empate desde que arrancó el campeonato. De cinco partidos disputados hasta la fecha ha ganado cuatro e igualado otro, ante el Málaga en el compromiso más exigente que ha disputado el equipo ante su afición en lo que va de temporada. Esos dos puntos que volaron contra los andaluces son el único lunar en casa de un conjunto que ha respaldado sus buenos resultados con actuaciones convincentes como la de ayer contra el Reus.

La versión como local de los deportivistas les permite llevar la iniciativa y dominar desde el comienzo, y más si consiguen adelantarse antes de que se alcance el minuto de juego como hizo ante el conjunto catalán. Ofrece pocas dudas el equipo de Natxo González, ayer en la grada tras los dos partidos de sanción que le impuso el Comité de Competición por su expulsión en Córdoba, frente a sus aficionados salvo cuando se deja llevar por la superioridad que demuestra ante sus rivales.

Ayer le ocurrió en el tramo final de la segunda mitad, en el que el Reus llegó a encadenar tres ocasiones claras para comprometer el resultado y empañar el historial de los deportivistas como locales, conscientes de que el camino hacia el ascenso pasa directamente por el rendimiento que se consiga en el estadio de Riazor. El conjunto de Natxo perdió el hilo del encuentro en el centro del campo, como le suele ocurrir en esas tardes menos inspiradas. Fue lo que le pasó en Tenerife, en Alcorcón y la semana pasada en Córdoba, escenario de las actuaciones menos brillantes de los blanquiazules hasta la fecha.

En Riazor, sin embargo, las sensaciones son otras. No ha habido un compromiso ante sus aficionados en el que el equipo haya decepcionado. Es donde ha sacado a relucir mejor su identidad para seguir el ritmo marcado por el resto de aspirantes al ascenso.

No es casualidad que todos los equipos de la categoría inmersos en la zona alta de la clasificación (Alcorcón, Granada, Málaga y Unión Deportiva Las Palmas) se mantengan invictos en sus estadios y hayan dejado escapar pocos puntos como locales en este primer tramo de la temporada.