Celebró el Deportivo la llegada del otoño con un holgado triunfo frente al Reus en un encuentro que se puso de cara muy pronto, pues en la primera llegada anotó Carlos Fernández. Es lo idóneo para cualquier equipo que quiera ganar. Pero pasó lo de otras veces, que el equipo coruñés parece conformarse con adelantarse en el marcador para después manejar el juego a través del balón, aunque sin pegada. Suficiente ayer para ganar. "Empiezo a aburrirme, ganamos con demasiada facilidad", comentaba un habitual del Riazor a un compañero nada más abandonar el estadio, aunque también se quejó de que su equipo podría haber sentenciado antes el encuentro. Como pudo suceder en anteriores encuentros.

Riazor, con todas las gradas disponibles, aunque con parches en las cubiertas, pero con una entrada escasa, pudo respirar cuando no se había cumplido el minuto. Lo lógico es que al descanso la ventaja hubiese sido mayor, pero hubo que esperar a la segunda parte para que Pedro sentenciase. Y pudieron llegar más, aunque en medio de todas las acometidas a la meta del Reus, los visitantes dispusieron de varias opciones para acercarse en el electrónico. Sin embargo, la grada respira tranquila con el entramado defensivo y, sobre todo, con Dani Giménez. Aunque alguno sufre más de la cuenta cuando el portero muestra tanta tranquilidad con el balón en los pies ante la presión de los contrarios.

La sensación es que este equipo va sobrado, pero que tiene que dar algo más para cerrar los partidos mucho antes, sobre todo cuando juega como local. Los técnicos están satisfechos, como trasladó Bernardo Tapia en la sala de prensa después del encuentro. El segundo de Natxo -este vio el partido en el palco acompañado de Carmelo del Pozo- hubiera escrito el guion conforme se desarrolló el juego. La superioridad intermitente del cuadro blanquiazul estuvo acompañada de una climatología irregular, con sol, viento, lluvia, granizo, sol? Como el partido. Un choque de reivindicaciones laborales, como también la que hubo en Santiago, donde las peñas del Deportivo, Celta y Lugo protestaron por la decisión de Tebas de que haya partidos de LaLiga fuera del territorio estatal. La FIFA ya se opuso.