El Deportivo descendió ayer a la cuarta plaza de la Segunda División tras el triunfo del Málaga ayer contra el Nàstic en La Rosaleda (2-0), triunfo que condujo a los de la Costa del Sol a la primera posición, aunque de forma provisional. En esta jornada Osasuna, próximo rival de los coruñeses (sábado, 18.00 horas), superó al Tenerife de José Luis Oltra y se mete, también provisionalmente, en los puestos que permiten diputar la promoción de ascenso a Primera División.

El equipo navarro tiró de su goleador, Juan Villar, para encadenar su tercera victoria consecutiva de la temporada al ganar al cuadro tinerfeño en El Sadar por 2-0 con los goles del propio Villar, que abrió el marcador, y de Oier Sanjurjo en un encuentro de claro color rojillo.

Villar, fichado este verano procedente del Tenerife, demostró ser el hombre gol de Osasuna al definir a los diez minutos y Oier marcó un gol clave al filo del descanso, ante un Tenerife con muchas bajas que, aunque fue inferior, desperdició ocasiones claras, pero más Osasuna.

Por su parte, el Málaga cuenta sus partidos por victorias en La Rosaleda y ayer se deshizo del Nástic, colista, por 2-0 con goles de Koné y Adrián, que confirmó el triunfo en el tiempo de descuento. Los blanquiazules regresan a lo más alto de la tabla, a la espera del resultado de sus rivales directos.

Se nota que La Rosaleda le sienta bien al Málaga, es otro equipo cuando juega de local. Sale a dominar, a llevar la batuta del juego y, gracias a eso, consigue el premio para adelantarse en el marcador. Casi en la primera ocasión clara de gol que tuvo, Koné facturó el 1-0. Renato, que volvía a la titularidad, puso un centro perfecto al segundo palo que el marfileño se encargó de cabecear al fondo de la red.

Pese a que el equipo andaluz se colocó pronto con el 1-0, resultado que en cualquier momento te puede dar un disgusto, la sensación era que en ningún momento peligraba el resultado. No terminaba de definir y sentenciar el partido el Málaga, pero con defender bien ordenado le bastaba. Hasta que en el descuento Adrián puso el 2-0 en el marcador tras un gran acción personal de Blanco Leschuk para certificar que los puntos se quedaban en La Rosaleda.

Un nuevo triunfo del Málaga en su campo, que sigue viendo cómo sus rivales caen uno tras otro en Martiricos y vuelve a lo más alto de la clasificación a la espera de lo que hagan el Alcorcón (esta tarde) y el Deportivo (mañana).

Pero en la jornada de ayer destacó por encima de todos los partidos el derbi asturiano que protagonizaron el Oviedo y el Sporting de Gijón en el Carlos Tartiere (2-1). Enardecido por un Tartiere en ebullición, el Oviedo arrolló al Sporting en 15 minutos que sirve de perfecto resumen lo que significa salir a jugar un derbi o simplemente un choque más.

El que entendió el escenario fue el conjunto azulón, por supuesto, que en ese cuarto de hora inicial ganó cada batalla que se le presentó sobre el césped. La ventaja tomada en la fulgurante puesta en escena fue suficiente para los de Anquela, ordenados después, ante un Sporting sin alma, que intentó agarrarse al gol de penalti de Carmona en la recta final del encuentro. El 2-1 vuelve a darle la hegemonía futbolística del Principado de Asturias al Oviedo.