El estadio Cerro del Espino incomodará al Deportivo por sus peculiares características, con las gradas muy pegadas al césped, pero también puede que se convierta en un obstáculo para el anfitrión, el Rayo Majadahonda, que se despide de un Wanda Metropolitano donde se sintió especialmente a gusto. Cuatro victorias, un empate y solo dos derrotas es el balance del equipo majariego en los siete compromisos que afrontó en el flamante estadio del Atlético de Madrid. Ahora competirá por primera vez en la temporada en Cerro del Espino, con la lógica incertidumbre sobre cómo le sentará el cambio de escenario. "Esperemos que les perjudique a ellos más que a nosotros", desea Pedro Mosquera, que ya conoce ese feudo de su etapa en la cantera del Madrid. "Es un campo complicado, pequeño y con la gente muy encima", recuerda el centrocampista coruñés.

Las dimensiones de rectángulo de juego del Rayo son amplias, incluso ligeramente superiores a las de Riazor, pero lo más peligroso para el Dépor es la sensación de agobio que puede producir jugar en un campo con la afición tan cerca: "Es el típico campo en el que la gente está muy pegada. Seguro que van a apretar aunque no tengan un aforo muy grande". Mosquera compara el estadio Cerro del Espino con Santo Domingo, donde el Deportivo encajó su única derrota de la temporada (1-0). Por dimensiones "también es bastante grande, como el del Alcorcón, pero por la grada parece más pequeño". "La gente está encima", recalca el excanterano del Madrid.

En cualquier caso, espera que el Dépor sea capaz de adaptarse a las circunstancias y dar un paso al frente a domicilio, donde ofrece un rendimiento muy por debajo del que muestra en Riazor. "Sabemos que lo estamos haciendo mejor en casa que fuera. Somos ambiciosos y queremos hacerlo mejor pero siendo conscientes de que fuera es complicado y todo el mundo se están dejando bastantes puntos. Sería bueno encadenar varias victorias seguidas para dar ese pasito de estar más tranquilos en la zona de arriba. Si seguimos en esta línea, seguro que vendrán más triunfos fuera", argumenta Mosquera.

Después de visitar al Rayo llegarán dos encuentros consecutivos en Riazor, ante Numancia y Zaragoza, así que puede ser un momento propicio para dar un arreón y asentarse en los puestos de ascenso directo. El del domingo será un partido "muy importante" porque "luego hay dos seguidos en casa". "Ganar fuera sería increíble. Luego aquí, con nuestra gente, podríamos dar ese paso del que hablamos", añade el coruñés.

El pasado sábado, contra Osasuna, Mosquera entró en el once por Álex Bergantiños, que fue baja por lesión. Ahora el de la Sagrada Familia vuelve a estar disponible y su paisano considera que ambos pueden jugar a la vez. "Incompatible no es ningún futbolista. He jugado muchas veces con él. Lo importante es el Deportivo, estar lo mejor posible para que luego el míster decida. Estoy contento porque en los partidos que jugué de titular los resultados han sido buenos. Estoy tranquilo, trabajando al 100% en día a día para intentar ayudar en lo que pueda. Sé lo que aporto al grupo y los resultados han sido buenos pero da igual quién juegue -recalcó Pedro Mosquera-. Lo importante es estar todos a una, seguir trabajando e intentar que el Dépor esté lo más arriba posible".