Natxo González sorprendió ayer con la propuesta que ofreció frente al Cádiz; sorprendió a quien no pudiese ver el trabajo que desarrolló estos días con sus futbolistas, porque seguro que dentro del vestuario nadie puso cara rara cuando los futbolistas supieron cómo iba a jugar. ¡Una defensa de cinco! Eso fue lo primero que se apresuraron a decir numerosas voces. ¿Una defensa de tres?, preguntaron otras. Lo que parece evidente es que el entrenador del Deportivo creía tener la solución para atajar la fortaleza ofensiva del Cádiz: "Hace casi todos sus goles desde dentro del área". Eso lo dijo el viernes en Abegondo. Un centro de la zaga bien tupido y contundente podría ser la solución.

Al cuarto de hora su plan había dejado una pequeña brecha que encontraron Jairo y Carrillo, al aprovechar un regalo de Álex. La endeblez defensiva favoreció una ofensiva que parecía carente de peligro y con un balón manso del que el atacante amarillo sacó petróleo ante una blanda zaga deportivista. Bien es cierto que tampoco ofreció muchas más posibilidades a los atacantes locales. Un solitario gol en contra daba pie a enmendar la situación, como ya habían hecho otras veces los deportivistas. Sin embargo, el Carranza no le dio opciones.

Sin ataque, el Deportivo se fió al balón parado, a la cabeza de Marí o de Duarte, pero ayer tuvieron pocas oportunidades, y en la única que dispusieron el portugués cruzó en exceso. Tiene que ser un recurso y no la solución de un equipo que es el más potente de la categoría, según los entrenadores de los adversarios. Y ayer el recurso casi es la solución, ya que tampoco hubo demasiadas opciones para batir a Cifuentes. Un disparo de Edu que el portero local despejó con apuros y otro de Borja que cruzó en exceso. Muy poco a pesar de que tuvo más tiempo el balón. Tan poco que dejó al Deportivo sin puntuar por vez primera desde el mes de septiembre, cuando perdió en Alcorcón, y que dejó en entredicho su papel en los partidos a domicilio. Ese hándicap que le reprochan al cuadro de Natxo, pero sin embargo no recuerdan que hasta ayer solo había perdido un partido.