Hasta diciembre casi todo había ido rodado para el Deportivo. Los resultados le acompañaron, la propuesta futbolística convencía y el rendimiento individual de sus jugadores sobresalía en la categoría. Pero con el último mes del año ha llegado el primer bache serio de la temporada. De la posibilidad de marcharse líder a las vacaciones navideñas, el conjunto blanquiazul ha pasado a quedarse fuera de los puestos de ascenso directo. Al mismo tiempo que el retroceso en la clasificación se ha producido otro en el juego del equipo que el técnico deportivista, Natxo González, ha tratado de contrarrestar añadiendo nuevas variables.

ECambios en la pizarra. El entrenador blanquiazul empezó a percibir cierto estancamiento en el mes de noviembre, así que exploró otros planteamientos más allá de la apuesta por la pelota a través de la que se distinguió el equipo a principio de curso. Natxo buscó una versión más directa para contrarrestar también a los rivales, cada vez más adaptados a la propuesta deportivista, y por la vía del contragolpe logró resultados convincentes. El dominio de los partidos, sin embargo, decayó y la que fue una bandera de este Deportivo al comienzo del campeonato ha terminado destiñendo en este mes de diciembre. En Cádiz, Natxo prescindió de su tradicional rombo para colocar una defensa de tres centrales. La renuncia a su esquema fetiche no funcionó y, aunque el equipo dispuso del balón, le faltó imaginación para fabricar ocasiones más allá de las que desperdiciaron Borja Valle o Edu Expósito. Natxo lamentó que les había faltado "eficacia", pero también ideas para desarmar la propuesta del Cádiz después de que los locales lograran adelantarse en el marcador.

EBajón individual. Al mal momento de juego de los deportivistas se suma el bache que atraviesan algunos de sus jugadores más importantes. Vicente Gómez ha disminuido su nivel tras lesionarse, igual que David Simón, Quique González atraviesa una mala racha y a Cartabia parece que Natxo prefiere racionarlo para no correr riesgos.

EPobre balance reciente. El bajón colectivo e individual se ha traducido en un mes de diciembre por debajo de las expectativas y en el que el equipo no ha aprovechado la oportunidad de destacarse en la clasificación. De 12 puntos posibles, el Deportivo ha sumado tan solo cinco (una victoria, dos empates y una derrota). Especialmente inesperada fue la igualada ante el Numancia en Riazor, que emborronó más si cabe unos números que no han mejorado a domicilio.

ESin mejoría como visitante. Los partidos lejos de Riazor representan el mayor lunar de los deportivistas. Hace tres meses que no ganan un partido y en Cádiz empeoraron ese registro después de caer goleados en el segundo compromiso a domicilio ante un rival importante después de la visita a Las Palmas.