El entrenador de la Unión Deportiva Las Palmas, Pepe Mel, reconoció ayer que ha tratado de "cambiar todo" en una semana de trabajo tras su llegada el pasado martes, y principalmente el "ritmo de juego" de cara al partido de esta tarde en Riazor ante el Deportivo.

El nuevo técnico considera que el ritmo que utilizaba el conjunto amarillo "no daba" para el objetivo de pelear por el ascenso, y por eso ha incidido en ello con unos jugadores a los que cree que les ha llegado su mensaje positivo.

"Hemos trabajado aspectos tácticos importantes, hemos cambiado todo: la estrategia a balón parado, defender de una forma que podemos estar más cómodos, la metodología, los automatismos... han sido cinco días que han dado para mucho", explicó.

Ese cambio de ritmo al que se ha referido implica que el equipo "transite a una velocidad mayor", y requiere de una buena preparación física, por lo que necesitará a los 24 futbolistas de la plantilla para tratar de alcanzar al menos "la sexta plaza".

Mel esperaba encontrarse a un vestuario "resignado, con la cabeza agachada", pero se ha encontrado a un grupo "bueno de manejar" a pesar de ser "muy veterano".