Desde que a comienzos de diciembre del año pasado cayera lesionado en la visita al Rayo Majadahonda, Carlos Fernández apenas ha disputado 127 minutos repartidos en tres partidos. Solo fue titular en uno „contra el Lugo„ debido al rosario de recaídas que ha padecido desde entonces y que el club achacó a las condiciones del campo de la ciudad deportiva del Atlético en el que se disputó aquel partido ante el Rayo. Esta semana vislumbra la posibilidad de regresar a una convocatoria un mes después de su último percance tras reincorporarse a los entrenamientos junto al resto de sus compañeros.

Hasta en dos ocasiones se resintió el delantero de esa lesión inicial en el bíceps femoral de la pierna izquierda que se ha convertido en un calvario de casi cuatro meses para el joven sevillano. La última fue después del partido en Málaga, a donde viajó en la que parecía su recuperación definitiva. No disputó ni un solo minuto y a los pocos días se veía obligado a parar de nuevo.

Aquel fue un contratiempo inesperado para un equipo que ya por entonces sufría un claro retroceso en su cifra de goles. La vuelta de Carlos Fernández se saludó como una posible solución a esos problemas, pero también a los que experimentaba el equipo para fabricar oportunidades.

La capacidad del sevillano para asociarse con sus compañeros en el ataque la ha echado en falta especialmente un Quique González lejos de los números que promedió con el sevillano a su lado, pero también Natxo González.

El entrenador perdió al delantero que mejor encajaba en el entramado del rombo y casi coincidiendo con su ausencia el técnico deportivista empezó a dejar de lado ese planteamiento.

La vuelta de Carlos Fernández a una convocatoria aparece así como un soplo de aire fresco dentro de la atmósfera viciada que se respira en el equipo después de cinco partidos consecutivos sin una victoria en Riazor. La mala dinámica en la que se ha instalado el equipo y las preocupantes sensaciones que traslada con su juego han elevado el pesimismo antes de visitar el Carlos Tartiere.

No parece sin embargo que Carlos Fernández, a pesar de su recuperación, vaya a ser titular contra el Oviedo. La consigna con el delantero ha sido en las últimas semanas la precaución para evitar que se repitan los episodios que ha vivido en los últimos meses. Natxo González adelantó la semana pasada antes del partido contra el Almería que la previsión es que se fuera integrando estos días con el resto del grupo para llegar en condiciones al encuentro frente al Oviedo.

Los plazos a estas alturas se están cumpliendo y ayer el sevillano completó la sesión con la que el equipo comenzó a preparar la visita al Carlos Tartiere.

Su ausencia se ha dejado notar especialmente desde comienzos de diciembre en cuanto a los goles que ha marcado el equipo. Hasta en cinco ocasiones se ha quedado sin marcar el conjunto blanquiazul en ese tiempo sin el sevillano a la espera de que superase sus problemas físicos. El objetivo es que ahora el delantero recupere la continuidad que tuvo en el primer tramo de la temporada, en el que se convirtió en uno de los jugadores preferidos por Natxo González.

Hasta que cayó lesionado ante el Rayo Majadahonda, Carlos Fernández encadenó doce partidos como titular y se convirtió en la principal referencia del equipo junto a Quique González. Anotó siete tantos „es el segundo máximo goleador„, incluido un triplete en la victoria contra el Elche disputado en Riazor.